Por Lic. En Psic. Humberto Ibarra Arias*
“Más valen cien por si acaso, que un yo pensé que…”
Ante el consumo de drogas en hijos u otros familiares ¡No se deje arrastrar por el pánico! Y no se culpe. Lo importante es mantener la calma, descubrir lo que está sucediendo y obtener la ayuda que necesita para afrontarlo. El uso de las drogas es una conducta que puede prevenirse. La drogadicción es una enfermedad que tiene tratamiento. Y tal como sucede con otras muchas enfermedades, cuanto antes se le detecta y se le hace frente, se evitarán muchos problemas de salud, familiares y sociales que acarrea una adicción a sustancias.

¿Cuáles serían algunas señales de alerta de uso de drogas?
Los jóvenes toman drogas por muchas razones, relacionadas con el modo en que se sienten, cómo les va con los demás y cómo viven. No hay un factor único que determine quién tomará drogas y quién no lo hará, pero puede vigilar estas cosas:
- Malas calificaciones o bajo rendimiento escolar.
- Conducta agresiva y rebelde.
- Una influencia excesiva de sus compañeros.
- Falta de apoyo y guía de los padres.
- Problemas en la aceptación de normas.
- Pobre concepto de sí mismo.
- Constante necesidad de experimentar sensaciones nuevas.
Mantener la alerta ante los indicios de que un joven toma drogas o alcohol requiere una capacidad perceptiva aguda. A veces, es difícil diferenciar entre la conducta adolescente normal y la que está provocada por las drogas. Sus cambios en el estilo de peinarse y de vestirse, o el “modo de hablar”, por ejemplo, a usted le pueden confundir, pero constituyen algo normal en los adolescentes que tratan de averiguar quiénes son. Por otra parte, los cambios extremos, o los que duran más de unos días, pueden ser la señal del uso de drogas.

Medite las siguientes preguntas
- ¿Su hijo parece encerrado en sí mismo, deprimido, fatigado y descuida su aseo personal?
- ¿Se ha vuelto hostil y poco cooperador?
- ¿Se ha deteriorado la relación de su hijo con los demás integrantes de la familia?
- ¿Tiene nuevos amigos que usted desconoce?
- ¿Ha perdido el interés por su aspecto y se ha deteriorado su higiene personal?
- ¿Ha perdido interés por sus aficiones, deportes y actividades favoritas?
- ¿Han cambiado sus pautas de sueño y de alimentación?
- ¿Se gasta enseguida su dinero?
¿Qué hacer?
Las respuestas afirmativas a la mayoría de las preguntas anteriores podrían indicar que toma alcohol u otras drogas. Sin embargo, esos signos se pueden aplicar también a un joven que no toma drogas pero puede tener otros problemas en la escuela o en la familia. En caso de duda, busque ayuda. Su médico de cabecera, o la clínica que le corresponda, deberían hacerle un examen, para descartar enfermedades o cualquier otro problema físico.

Evite
- Desesperarse. No todos los que se inician en el consumo de drogas se convierten en consumidores habituales o dependientes.
- Culparle, ni “echarle en cara” todo lo que usted ha hecho por él.
- Convertirse en perseguidor, obsesionado por seguir sus pasos.
- La crítica continúa y violenta de su comportamiento.
- Utilizar el castigo como único recurso para evitar que continúe consumiendo.
- Acosarle continuamente con preguntas, sospechas, acusaciones, etc., pues con ello sólo conseguirá que se aleje de usted cada vez más.
- Desentenderse de él no prestándole atención.
Procure
- Dialogar con su hijo analizando las circunstancias que le llevaron al consumo.
- Favorecer el acercamiento de su hijo hacia usted, comportándose de manera que su hijo vea en usted alguien a quien recurrir en solicitud de ayuda, y no alguien del que hay que huir por temor al castigo.
- Mostrarle su afecto por él, independientemente de lo que haga.
- Reflexionar sobre lo que puede hacer por su hijo. Intente dedicarle más tiempo y prestarle algo más de atención.
- Entender que está ante un ser humano que tiene problemas y no ante “un problema”.
- Transmitirle que cree en su capacidad para dejar las drogas.
- Mostrarse siempre de acuerdo con su pareja respecto al consumo de drogas. El mensaje no puede ser ambivalente.

...Y siempre, recuerde:
Averigüe más
- ¿Tiene conocimientos acerca de la realidad del alcohol y las demás drogas y sus efectos en los niños y los adultos?
- ¿Es consciente de aquellas situaciones en las cuales la juventud consume alcohol y otras drogas en su comunidad?
- ¿Ha creado reglas familiares comprensibles para sus niños relacionadas con el consumo de alcohol y las demás drogas?
- ¿Entienden los hijos cuáles serían las consecuencias por el consumo de las mismas?
Actúe
- Aprenda a identificar los síntomas y efectos del abuso del alcohol y las demás drogas.
- Únase con otros padres de familia para crear ambientes en su barrio, escuela y comunidad que se hallen alejados del alcohol y las demás drogas.
- Cumpla el compromiso que tiene con sus hijos de brindarles algún tiempo para estar con ellos, al ofrecerse como voluntario en sus actividades o al trabajar con ellos en proyectos educativos o de desarrollo personal.
- Busque su Clínica o Centro profesional especializado en prevención y tratamiento a las adicciones de su comunidad.

*Psicólogo clínico
*CONTACTO FB: https://web.facebook.com/cecosama.atlacomulco




