Por De la Redacción

Cajones de más en las bases de taxis. Invasión de calles. Nuevas bases que se establecen únicamente por la fuerza de la costumbre. Manifestaciones de antorchistas para “concientizar” sobre sus problemas y sus derechos. Exigencias de taxistas concesionados a cambio de “apoyo”. Dobles y hasta triples filas. Descontento con los parquímetros.

Por estas y otras razones, el problema de una eventual ordenación vial es algo que ha encontrado muchísimas barreras en Atlacomulco. Y, sin embargo, existe un diagnóstico elaborado por la Secretaría de Movilidad, esto a través de la Dirección General de Transporte Terrestre (DGTT). Complementado con un estudio de Movilidad Urbana realizado por la Delegación de Regional de Movilidad, ambos documentos llegan a la misma conclusión: es necesario recuperar la movilidad vial para elevar la calidad de vida de los ciudadanos.

ALGO QUE YA SABÍAMOS.

Crece el municipio…y los problemas

Durante el año 2020, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizaba su Censo de Población y Vivienda a lo largo del país. Atlacomulco no fue la excepción. Su resultado particular fue de 52 mil 504 hombres y 56 mil 880 mujeres. En total: 109 mil 384 ciudadanos.

Cinco años después, es evidente que estas cifras se han quedado cortas. El total de ciudadanos que habitan en Atlacomulco debe rondar poco más de las 120 mil personas. Y a ellas debemos sumar la gente que de manera cotidiana se traslada desde municipios vecinos como El Oro, San Felipe del Progreso, Temascalcingo, Acambay y lugares todavía más lejanos.

El Parque Industrial, el mercado interno y la oportunidad de encontrar algún tipo de empleo en Atlacomulco hacen que este sitio sea un punto de reunión constante. No olvidemos que los centros comerciales, así como el Hospital General también son otras razones para mover grandes flujos de personas.

Por si algo faltara, todavía es necesario considerar la afluencia de compradores que cada domingo se dan cita en el tianguis local. Y las escuelas, centros de salud, restaurantes, hoteles. Así como los más de cuatro mil pequeñas o grandes unidades económicas de este municipio.

Todo ello genera un constante movimiento que, se quiera o no, da origen al elevado sistema de transporte que se da cita en Atlacomulco. Taxis piratas y concesionados, así como camiones suburbanos son el medio para que las miles de personas que de manera cotidiana se desplazan a través de este municipio.

En resumen, el crecimiento económico de este municipio, genera una mayor concentración de gente. Y esa gente, inevitablemente, demandará opciones de transporte. Es un ciclo que no tiene salida. Lo que sí puede conseguirse es un mayor orden y, para ello, es necesario modificar las condiciones en que este sistema de transporte opera actualmente.

HABLANDO DE PROBLEMAS

El estudio de movilidad urbana realizado por la Delegación de Atlacomulco sintetiza la problemática vial en tres vertientes: bases foráneas, unidades particulares habilitadas como transponte públicos (taxis piratas) y congestionamiento vial por el sobrecupo de cajones en las bases autorizadas.

Más extenso es el Diagnóstico realizado por la DGTT, ya que abunda en el tema de la necesidad que existe por recobrar el derecho de vía que se ha perdido en vialidades como el libramiento Jorge Jiménez Cantú y la avenida Mario Colín. En ambos sitios, particulares han tomado porciones de estas vialidades como si fueran propias.

En ese mismo estudio se habla acerca de los más de mil 200 vehículos concesionados que operan en esta ciudad, de los cuales alrededor de 1000 son taxis.

El resultado es fácil de adivinar: creación de nuevas bases y lanzaderas, más cajones en las bases establecidas y un mayor caos en las vialidades. Calles como Isidro Fabela norte, Hidalgo, Morelos, Alfredo y Manuel del Mazo o Mario Colín han sido el escenario de esta situación.

Lo relevante de todo ello es que, ante estos hechos y aún con la adecuación de espacios, alrededor de 50 bases de taxis se encuentran esparcidas en la cabecera municipal de Atlacomulco, las cuales ocupan una serie de cajones que van de 4 a diez vehículos.

Como si esto no fuera suficiente, el 70% de esas bases se encuentran en pleno Centro Histórico de Atlacomulco o en la saturadísima área de la terminal; donde los taxis, inclusive, ocupan ambos lados de la Av. Isidro Fabela. Lo curioso de este asunto es que por, lo menos, 23 de estas bases en la cabecera municipal no cuentan con la autorización requerida para instalarse. Es más, si se aplicara la ley tal como es, ni siquiera deberían encontrarse en esos lugares.

HABLANDO DE SOLUCIONES

Como, a final de cuentas, el objetivo del Diagnóstico y del Estudio de Movilidad Urbana es brindar soluciones, aquí presentamos una lista de las principales acciones a considerar:

*Restringir el número de unidades autorizadas en bases ubicadas en vialidades secundarias -cosa que no sucede en bases como las de Juan de Dios Peza poniente o en Porfirio Alcántara.

*Eliminar el establecimiento de todo tipo de bases en vialidades primarias – con lo que, al menos en teoría, deberían desaparecer bases como la que se encuentra frente a la Farmacia del Ahorro o la que se ubica frente a la Plaza Central, en pleno Isidro Fabela.

*Aplicar con rigor el reglamento de Tránsito -lo cual es una idea por demás evidente, ya que, si un reglamento no es aplicado, no tiene razón de existir, más allá del rigor con que este pueda ser utilizado.

*Instalar cobertizos en bahías e isletas que permitan atraer hacia ellos al usuario – lo cual sería muy útil durante temporada de lluvias o en condiciones climatológicas adversas.

*Identificar en vialidades secundarias posibles áreas para ascenso y descenso -ciertamente, con ello se descongestionaría bastante el tráfico en Isidro Fabela.

*Limitar a un horario determinado el transporte de carga que realizan movimiento de carga y descarga en el comercio establecido en el primer cuadro de la ciudad – según el Bando Municipal 2025, esto ya está establecido de las 22:00 a las 7:00. Hasta el momento sigue sin respetarse.

Por su parte, el estudio de Movilidad Urbana plantea lo siguiente:

*Realizar operativos para retiro de unidades foráneas no autorizadas.

*Retiro de unidades particulares que prestan el servicio público sin concesión -con esto se evitaría la competencia desleal en el servicio de transporte, no sólo en el ramo de los taxis, sino también en el área de camiones suburbanos, algunos de los cuales funcionan sin placas.

*Erradicar de manera definitiva el pirataje.

*Regularizar bases pendientes por autorizar.

*Definir el padrón de concesiones con la Dirección de Concesiones y Registro – actualizando este dato a partir de su fecha de publicación, hoy en día este trabajo debe corresponder a la Dirección General del Registro Estatal de Transporte Público.

*Incentivar cambio de modalidad de automóvil de alquiler a colectivo de ruta fija con urvans o vehículos similares

*Desalojo de predios y bases ocupadas por vehículos foráneos no autorizadas en la cabecera municipal.

* Llegar a acuerdos con el ayuntamiento para definir los lugares que se destinarán para lanzaderas, principalmente en la cabecera municipal.

Como no puede ser de otro modo, el estudio sobre Movilidad Urbana especifica que son necesarios diversos puntos de inspección y supervisión, estableciendo un total de 9 filtros compuestos, según sea el caso, por motopatrullas, elementos a pie e inspectores, todo como una labor conjunta por parte del municipio, la SSEM y elementos de la secretaría de Movilidad.

Tentativamente, en caso de instalarse dichos puntos de inspección y supervisión, se ubicarían en Mario Colín esquina con el libramiento J.J. Cantú., Alfredo del Mazo poniente y J.J. Cantú, así como ATA en el punto donde converge con el libramiento. Su horario de funcionamiento sería de las 8 a las 19 horas.

LOS QUE SÍ APROVECHARON EL TIEMPO

Una cosa es lo que se consigna en los papeles y otra muy distinta lo que refleja cada día. Por ello, durante los últimos años, la organización en el sistema de transporte de Atlacomulco tiene más pendientes que logros reales. Más deudas que, paulatinamente, han ido incrementándose hasta dar como resultado un claro ganador: el gremio de taxistas y microbuceros.

No se exagera en este aspecto. Ojalá fuera así; pero la realidad es contundente. Nuevas bases de taxis en la cabecera municipal y espacios ocupados al exterior de la terminal de autobuses de Atlacomulco dan prueba de ello. Lugares como los nuevos centros comerciales, calles como Alfredo del Mazo, Manuel del Mazo o Morelos, el área externa de la terminal de autobuses y aún sitios relativamente alejados como las vías en la salida hacia El Oro, son espacios públicos que los taxistas y microbuceros han sabido aprovechar para su negocio particular.

Y la situación se sigue expandiendo, con bases de taxistas originarios de otros municipios como Temascalcingo con destino a San Mateo El Viejo y Santa Lucia. O taxis de El Oro con dirección a La Jordana. No olvidemos los taxis de Jocotitlán que viajan hacia Santa María Citendejé y Santiago Casandejé. Por supuesto que también hay que contabilizar a los taxistas de Acambay que realizan viajes hacia La Estancia.

Lo interesante de esto es que, según lo reportado por la Dirección General de Transporte Terrestre durante el 2024, más de la mitad de las bases de taxis en Atlacomulco no cuentan con la autorización necesaria para instalarse. Algo que, a la luz de los hechos, no parece ser importante ya que con permiso o sin él, grupos de transportistas irregulares o concesionados mantienen bajo su dominio vialidades públicas de esta ciudad para convertirlas en bases o lanzaderas.

Responsables hay varios. Desde los diferentes delegados de Transporte que en su oportunidad han observado con indiferencia estos sucesos, pasando por los regidores a cargo de esta comisión y, por supuesto, los presidentes municipales que han contemplado todo ello sin tomar decisiones que beneficien a la ciudadanía.

Hoy en día existen nombres de las personas a cargo de ofrecer una solución a esto, una de ellas es, Fabiola Cecilia Zitlalpopoca Hernández, delegado Regional de Movilidad, quien en el tiempo que lleva al frente de esta responsabilidad, no ha hecho más que sus antecesores, por lo que esta oficina sigue siendo un mero artículo decorativo en esta problemática.

También hay que mencionar al ciudadano Nabor Segundo Linares, quien tiene bajo su cargo la Coordinación de Movilidad Municipal. Para él se avecina un problema mayúsculo toda vez que es el líder de los taxis “Fabela”, lo que significa que es juez y parte, debe meter en cintura a los que él mismo representa, no recordamos mayor contradicción que este sinsentido.

Y por supuesto, el Presidente Municipal Lic. Nicolás Martínez Romero es otra de las personas que definirán esta situación, sobre todo porque no desconoce este problema, ya que esta fue la cuarta intentona para hacerse de la alcaldía atlacomulquense, por lo que se supondría tiene el pulso de la problemática de la movilidad en el municipio, aunque la designación de Segundo Linares, pareciera que no le dará la importancia que reviste este tema.

Aunado a ello, es innegable que su responsabilidad como presidente municipal de Atlacomulco se sustenta en los más de 28 mil votos con los que fue favorecido. Votos que provienen de la ciudadanía, una ciudadanía que ya está harta de ver cómo día tras día los taxistas se apoderan de los espacios públicos.

A Nicolás Martínez le corresponderá decidir si por fin hace valer la investidura municipal, o si continúa secuestrada por grupos que en nada representan a la ciudadanía.

Bases OFICIALES ubicadas en la cabecera municipal y alrededores de acuerdo a información oficial proporcionada por medio de SAIMEX a través de la solicitud con número de Folio 00294/ATLACOM/IP/2025 de fecha 08 de abril de 2025, en donde se enumeran 59 bases con 295 cajones autorizados:

SIN EMBARGO...

ENTRE BASES Y LANZADERAS NOSOTROS CONTAMOS 71 ESPACIOS