Por Bernardo Bello Gutiérrez*

Cortesía Fily Argueta
¿Por qué o para que aprender la historia de un lugar? ¿De un pueblo? ¿De una colonia? ¿De un país? ¿Por qué alguien estaría interesado en querer descubrir la historia de Temascalcingo?  La respuesta más sencilla podría ser tal vez porque les interesa saber un poco sobre el pueblo donde nació José María Velasco.
Hoy no escribiré de historia como tal, por ahora prefiero hacerles una invitación a visitar Temascalcingo, a caminar por sus calles, a subir lo que hasta hace poco pensábamos que era un cerro y resulto un volcán en la comunidad de San Pedro El Alto. Los invito a caminar al margen del rio Lerma a descubrir sus cuevas y barrancos donde hay fósiles de animales prehistóricos.
A visitar las pinturas rupestres en ”Tzindo” que están ubicadas en uno de los barrios de la cabecera municipal,  las cuales  nos hablan de la vida prehistórica y de los hombres de la región, para algunos el tema de estas pinturas es la creación del universo, acorde con la cosmovisión de las culturas ancestrales.
Los invito que visiten los centros ceremoniales del Cerro de la Campana con proximidad con la comunidad de Calderas, el Calvario y disfrutar de la vista panorámica de la cabecera municipal rodeada de cerros y abierta a la plenitud del Valle de Solís y  los invito a que conozcan la Ex hacienda de Solís y sus poco más de 500 años de vida dando sustento y economía al pueblo,  en donde por azares del destino en el año de 1810 vio llegar al Cura Hidalgo y darle hospedaje a él y su ejército en el camino a la libertad.
Los invito a conocer San Francisco Tepeolulco su gente y costumbres que hablan de la tradición del pueblo mazahua.  Las comunidades de Pastores con sus manantiales y de Ixtapa sus aguas termales. Los invito a conocer la imagen del Señor de la Coronación y su leyenda extraordinaria de cómo por culpa de unos ladrones y unas mulas desorientadas llegó al pueblo y decidió ya no salir de él y quedarse a ser venerada por los habitantes del pueblo cada fin y principio de año.
Los invito a que de cerca puedan ver la iglesia de Santa María Canchesdá, fiel reflejo del arte indígena puesto al servicio de la religión, o descubran los hermosos retablos de la iglesia de Santiago Coachochitlán que datan de 1879.  Los invito a que conozcan los llanos de San Juanico y puedan imaginar la batalla que se libró entre los liberales mexicanos encabezados por Nicolás Romero y los soldados franceses.
O puedo invitarlos a que además de la Hacienda de Solís también descubran y visiten las haciendas de San Vicente, San Francisco, la Huerta, que en el porfiriato fueron el motor de la economía de este pequeño pueblo que es Temascalcingo. Los invito a que visiten el Centro Regional Cultural José María Velasco, situado en la casa de un niño que un día salió de su pueblo y se convirtió en el más grande paisajista que ha dado México.  
Los invito a que presencien las tradiciones culturales del pueblo como son la representación de la pasión de cristo y la hermandad de los Crucíferos, que tiene más de 100 años realizándose. O que presencien el tradicional jueves de Corpus con sus viejos danzando pidiendo por las lluvias y las buenas cosechas. También los invito a que se paren un rato frente a nuestra iglesia y admiren su construcción que fue realizada sobre el dolor de un pueblo que la mañana del 19 de noviembre de 1912 se despertó con la desgracia de un temblor que acabó con gran parte del mismo.
Los invito a que recorran su jardín, su kiosco y su reloj que tienen más de un siglo de construcción y le dan una identidad a nuestro pequeño pueblo. Los invito a que recorran lo poco que queda del Seminario Conciliar, que fue la casa donde se albergaron los futuros sacerdotes durante la época más complicada para la Iglesia Católica. Los invito a que se paren un rato en Santiago Coachochitlán y Santa María Canchesdá y puedan admirar los trabajos artesanales de los temascalcinguenses, los invito pues a que no solo recorran las calles, parajes y paisajes de Temascalcingo, sino que vivan, conozcan y descubran al pueblo y su historia.
¿Por qué a alguien que no es de Temascalcingo le interesaría saber su historia?
Contestaría diciendo: Porque la historia de Temascalcingo puede ser la historia de cualquier pueblo, colonia o ciudad de la cual somos parte.

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