Por Arturo Allende González*

El pasado 13 de mayo del año en curso, falleció José Alberto Mujica Cordano, también conocido sólo como Pepe Mujica, un hombre público de múltiples facetas: idealista, guerrillero, revolucionario, preso político, luchador social, ideólogo, líder político, dirigente partidista, humanista, legislador, ministro, jefe de Estado y de gobierno -presidente de la República Oriental del Uruguay-, estadista, activista ambiental, símbolo y referente obligado de la izquierda latinoamericana.
La noticia dio lugar -como era de esperarse-, a diversidad de expresiones de condolencias, motivadas por el lamentable suceso por parte de presidentes y expresidentes hispanoamericanos, dirigentes partidistas, diplomáticos, parlamentarios y líderes sociales, entre otros muchos.
Los medios masivos de comunicación: radio, televisión, prensa escrita y redes sociales, se ocuparon de difundir el deceso y dedicaron amplios espacios para analizar parte de la vida y obra de este hombre de estatura internacional.
La clase política mexicana en general y particularmente la identificada como de izquierda, también se volcó, a través de las redes sociales, con mensajes de condolencia por la muerte física de José Mujica.
La presidenta de la República, ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dirigentes partidistas, excandidato presidencial priista, secretarios de Estado, exjefe de gobierno de la Ciudad de México, líderes parlamentarios, legisladores y funcionarios públicos, expresaron su pésame a la familia de Mujica, así como al pueblo uruguayo por la irreparable pérdida.
Los mensajes de condolencia, estuvieron invariablemente acompañados de reconocimiento a la vida pública y privada de este excepcional político, ensalzando las virtudes que a lo largo de sus 89 años lo caracterizaron.
Listo a continuación algunas de las opiniones expresadas por los políticos mexicanos:
  • Fue un ejemplo para América Latina y el mundo entero por la sabiduría, pensamiento y sencillez que lo caracterizaron.
  • Un referente de la lucha social, la humildad y la coherencia política en América Latina. Su legado de sencillez y compromiso con los más vulnerables nos seguirá inspirando.
  • Fue un ejemplo mundial de ética y coherencia, comprometido con la justicia social como pocos. Creía en un Estado al servicio del pueblo y luchó sin descanso por la igualdad y la dignidad humana.
  • Su legado sigue vivo, inspirando a quienes creemos que la justicia puede cambiar el mundo.
  • Un símbolo de la izquierda en Latinoamérica; hombre sabio y humilde de espíritu.
  • Su legado de lucha, perseverancia y dignidad permanecerá siempre con nosotros
  • Él demostró que hay otra forma de hacer política, que es un noble oficio y la principal vía para servir al pueblo.
  • Con tu vida ligera de equipaje, fuiste ejemplo de generaciones dentro y fuera de América Latina. Te recordaremos siempre por tu congruencia y tu lucha por el bienestar de los demás.
  • El legado del ex mandatario uruguayo de lucha, perseverancia y dignidad permanecerá siempre con nosotros.
  • Se recordará al ex presidente sobre todo, por su nobleza: esa forma tan suya de hacer política con el alma limpia y el corazón abierto.
  • Fue faro moral para la izquierda en América Latina, así como un líder coherente, humilde y humano.
  • Fue un personaje congruente, íntegro, filósofo, pensador y muy muy buen amigo.
  • Se fue uno de los sabios de nuestra tribu común.
  • Faro de integridad, compromiso y coherencia para América Latina y el mundo.
  • Su legado prevalece y nos inspira a hacer política desde la empatía y humildad.
  • Un hombre ejemplo de austeridad, de sabiduría, de sencillez. Uno de los políticos más grandes que ha dado nuestro continente al mundo.
La lluvia de expresiones de reconocimiento y valoración a la trayectoria pública y privada de José Mujica, da pauta a formular a la clase política mexicana -de todas las tendencias ideológicas-, algunas interrogantes, a partir de la admiración expresada a la personalidad de este excepcional latinoamericano, con motivo de su fallecimiento.
Preguntas a la clase política mexicana:
Qué político se desempeñaría fiel a sus principios, a tal grado de exponerse a ser privado de su libertad por defender sus postulados ideológicos. Los idealistas brillan hoy por su ausencia entre los dirigentes políticos y cuadros de élite de los partidos políticos en nuestro país, el pragmatismo es lo que priva en el mejor de los casos en la mayoría de la clase política y en no poco porcentaje, un cínico oportunismo, que lo mínimo que genera es un rechazo nauseabundo a este tipo de individuos.
Qué político se aviene a administrar los recursos del erario público bajo su responsabilidad con probidad y transparencia, olvidándose de ejercer el poder como un medio de enriquecimiento personal, familiar, de socios y amigos; ajustando su desempeño al precepto juarista de “consagrarse asiduamente al trabajo disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la Ley les señala”.
Lo anterior se pregunta, ante un escenario nacional en el que priva una lucha desgarrada por el acceso al poder -hasta en los cargos públicos más modestos en el ámbito municipal-, que no reconoce tregua, civilidad y respeto por los derechos humanos fundamentales del adversario, como el acatamiento a la integridad física y a la vida misma en algunos casos, en la disputa política por el poder.
Qué político, de cualquier tendencia ideológica o color, se abstiene hoy en día de pasar de un partido político a otro, por más antagónico que sea en sus “principios ideológicos”, con tal de incorporarse de forma oficial o de facto, a las filas del partido en el poder, usufructuando de esta manera del presupuesto público, olvidando más pronto que tarde, que apenas hace poco lo descalificaban y le rezaban una letanía de vituperios.
Cuántos políticos serían felices viviendo es austeridad, en un contexto de sencillez y sobriedad -como denominaba don José Mujica, al hecho de vivir sólo con lo necesario, sin muchas presunciones materiales. En acentuado contraste con las residencias, autos de lujo, chofer, vestuario, joyas y de más enseres que forman parte del perfil socioeconómico ostentoso de los políticos mexicanos, aunado al séquito de escoltas que invariablemente los acompañan.
Cuántos políticos mexicanos trascenderán las fronteras de nuestro país, con el reconocimiento del extranjero a su desempeño público. Cuántos más estarían dispuestos a ceder el 90 por ciento de su sueldo, para destinarlo al financiamiento de acciones sociales en beneficio de la población más vulnerable.
La partida física de don Pepe Mujica, ha dado y seguirá dando pauta a diversidad de reflexiones, susceptibles de ser aplicadas en el ejercicio de la política; ésta será la mejor manera de honrar su memoria.
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