Por Dr. En C. Juan Martín Talavera-González*
El río Tulancingo, ubicado en el estado de Hidalgo, México, es un ecosistema vital para la región, pero también un foco rojo de contaminación. Un estudio reciente reveló que el agua residual que fluye hacia este río contiene una bacteria llamada Aeromonas, un microorganismo oportunista que, aunque natural en ambientes acuáticos, puede causar enfermedades graves tanto en humanos como en animales. Su presencia no solo refleja un problema sanitario, sino también un desafío ambiental y agrícola, ya que el agua contaminada se utiliza para regar cultivos y abastecer a comunidades cercanas.
Origen y características de Aeromonas.
Aeromonas es una bacteria común en ríos, lagos, aguas residuales y hasta en sistemas de agua potable. Su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas, como aguas cloradas o con pocos nutrientes, la convierte en un patógeno difícil de eliminar. En el río Tulancingo, el estudio identificó seis especies de Aeromonas, cada una con riesgos específicos:
- 43.2%: Aeromonas caviae (causa diarrea, infecciones gastrointestinales y heridas).
- 29.5%: Aeromonas media (relacionada con infecciones en tejidos blandos).
- 11.3%: Aeromonas hydrophila (provoca septicemia y daño tisular grave).
- 9.1%: Aeromonas salmonicida (afecta a peces y humanos).
- 2.3% cada una: Aeromonas allosaccharophila, Aeromonas lusitana y Aeromonas veronii (vinculadas a infecciones respiratorias y urinarias).
Además de Aeromonas, se detectaron otras bacterias peligrosas como Pseudomonas, Acinetobacter y Enterobacter, que pueden generar infecciones hospitalarias o afectar a personas con sistemas inmunológicos débiles.
Metodología del estudio.
Entre junio y noviembre, los investigadores recolectaron 25 muestras de agua residual en diferentes puntos del río Tulancingo. Para identificar las bacterias, utilizaron técnicas moleculares avanzadas. Este enfoque permitió no solo confirmar la presencia de Aeromonas, sino también entender su diversidad y potencial patogénico.
Impacto ambiental y sanitario.
El uso inadecuado del agua residual en la región agrava el problema. En Tulancingo, el 97% de los cultivos (como lechuga, calabaza y tomate verde) dependen de riego con agua contaminada. Además, inundaciones frecuentes han llevado este líquido a hogares, aumentando el riesgo de brotes de enfermedades gastrointestinales. La bacteria Aeromonas puede sobrevivir hasta 50 días en agua tratada y resistir procesos de cloración mal implementados, lo que la hace especialmente peligrosa.
¿Cómo afecta Aeromonas a la salud humana?
La bacteria Aeromonas puede causar desde infecciones leves hasta enfermedades graves como septicemia, necrosis de tejidos o incluso meningitis. Su peligro radica en que una dosis mínima (tan baja como 3,000 bacterias por gramo) basta para desencadenar síntomas en humanos. En Tulancingo, el consumo de verduras regadas con agua residual sin tratar ha generado casos de gastroenteritis, especialmente en niños y adultos mayores. Además, trabajadores agrícolas y pescadores están expuestos directamente al contacto con el agua contaminada.
Factores que amplifican el riesgo.
- Resistencia al tratamiento: Aeromonas puede sobrevivir en plantas de tratamiento ineficientes, especialmente si usan cloro en dosis inadecuadas.
- Diseminación ecológica: La bacteria viaja por ríos, suelos y alimentos, creando una cadena de contaminación difícil de romper.
- Clima y geografía: Las inundaciones recurrentes en la región, exacerbadas por lluvias extremas, mezclan el agua residual con fuentes de consumo humano y animal.
Soluciones urgentes.
El estudio propone medidas integrales para mitigar el riesgo:
- Modernización de plantas de tratamiento: Solo una de las ocho plantas existentes en Tulancingo funciona adecuadamente. Se requiere inversión en infraestructura para garantizar un tratamiento eficiente del agua.
- Monitoreo constante: Implementar programas de vigilancia que detecten Aeromonas y otros patógenos en el agua usada para riego y consumo.
- Educación comunitaria: Informar a agricultores, pescadores y consumidores sobre los riesgos del agua contaminada y prácticas seguras de manipulación de alimentos.
- Uso de tecnologías alternativas: Explorar métodos como la radiación ultravioleta, ozono o ultrasonido para eliminar bacterias resistentes al cloro.
*En el siguiente link se puede consultar el artículo original: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/40156212/

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