La historia de los cónclaves para elegir al Papa se remonta al siglo XIII, cuando se formalizó este sistema para garantizar una elección ordenada y protegida de influencias externas. A continuación, se resume su origen y evolución:

Orígenes
- Antes del cónclave: En los primeros siglos del cristianismo, los obispos de Roma (papas) eran elegidos por el clero y el pueblo de la diócesis de Roma, a menudo con la aprobación de los fieles o incluso de autoridades seculares. Este proceso era caótico y podía estar influenciado por familias poderosas, emperadores o reyes.
- Primeros intentos de regulación: En 1059, el Papa Nicolás II estableció en el Sínodo de Melfi que los cardenales-obispos serían los principales electores, reduciendo la influencia de la nobleza y el pueblo. Sin embargo, las elecciones seguían siendo conflictivas.

Nacimiento del cónclave
- 1271-1274, el primer cónclave: La palabra «cónclave» viene del latín cum clave («con llave«), refiriéndose al encierro de los electores. El sistema se originó tras la muerte del Papa Clemente IV en 1268. Durante casi tres años, los cardenales no lograron ponerse de acuerdo en Viterbo para elegir un sucesor. Frustrados, los ciudadanos de Viterbo encerraron a los cardenales en el palacio papal, les quitaron el tejado y les restringieron la comida para forzar una decisión. Esto resultó en la elección de Gregorio X en 1271.
- Constitución Ubi periculum: En 1274, Gregorio X formalizó el cónclave mediante la constitución apostólica Ubi periculum, que establecía que los cardenales debían reunirse en un lugar cerrado, sin contacto externo, y con recursos limitados si demoraban en decidir. Esta norma buscaba evitar vacíos de poder prolongados.

Evolución del cónclave
- Siglos XIII-XV: Aunque Ubi periculum fue un avance, no siempre se siguió estrictamente. Las elecciones podían ser manipuladas por familias nobles o potencias como Francia o el Sacro Imperio. Durante el Cisma de Occidente (1378-1417), hubo incluso papas y antipapas elegidos por facciones rivales.
- Reglas más estrictas: En el siglo XVI, tras el Concilio de Trento y la Reforma, se reforzaron las normas para garantizar la independencia del cónclave. Los papas Sixto V (1585) y Gregorio XV (1621) establecieron procedimientos más claros, incluyendo el uso de votaciones secretas y la mayoría de dos tercios para la elección.
- Lugar y ceremonial: Desde el siglo XV, los cónclaves suelen celebrarse en la Capilla Sixtina del Vaticano, con rituales simbólicos como la quema de las papeletas (que produce el famoso humo blanco o negro). Las reglas modernas se consolidaron con la constitución Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II (1996), actualizada por Benedicto XVI en 2013.

Características actuales
- Electores: Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar, con un máximo de 120 electores (aunque este número puede variar ligeramente).
- Procedimiento: Los cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina, juran secreto y votan en rondas (hasta dos por mañana y dos por tarde) hasta que un candidato obtenga dos tercios de los votos. El humo negro indica una votación sin éxito; el humo blanco, la elección de un nuevo Papa.
- Secreto y aislamiento: Los electores están incomunicados, sin acceso a medios externos, para evitar influencias. El cónclave es uno de los procesos electorales más herméticos del mundo.

Datos curiosos
- El cónclave más largo de la historia fue el de 1268-1271 (casi tres años), mientras que el más corto moderno duró un día (como el de 1939, que eligió a Pío XII).
- Durante siglos, los cónclaves podían ser peligrosos: algunos cardenales murieron durante el encierro por enfermedades o condiciones precarias.
- La elección de un Papa no cardenal es teóricamente posible, pero no ha ocurrido desde 1378.

En resumen, el cónclave es el resultado de siglos de ajustes para garantizar una elección papal independiente, secreta y eficiente, adaptándose a los desafíos políticos y sociales de cada época.





