En la Iglesia Cristiana Casa de Milagros, conocida como “La Casa del León”, alzamos nuestras manos al Dios vivo, un Dios que transforma, sana y restaura. Este año celebramos nuestro primer aniversario con una predica poderosa de nuestro pastor Ariel Pérez y el bautismo de muchas almas renacidas para ser Discípulos de Jesús, un año de ser llamados por Él para encender un despertar espiritual en Atlacomulco, de ser faros de luz en medio de la oscuridad y de llevar claridad a un mundo sumido en confusión. No somos una iglesia común; somos un movimiento, un rugido de fe que resuena en los corazones y sacude las almas.
En Casa de Milagros (CM) no ofrecemos entretenimiento para evangélicos, somos evangelismo puro; somos un hospital de almas, un refugio para los rotos, los quebrantados, aquellos que llegan con el corazón herido y el espíritu agotado. Aquí no hay juicio, solo amor; no hay condenas, solo redención. Sudamos y soñamos con parecernos a Jesús, el Hijo del Dios vivo. Somos de los que perdonan todo, pero, sobre todo, de los que aman con todo. Servimos a los demás sin esperar nada a cambio, no golpeamos con la Biblia, sino que la vivimos. Exhortamos con amor, creemos en la fidelidad, en la honra y en la fuerza de un corazón entregado.
Somos guerreros incansables que luchan por aliviar el sufrimiento humano y animal. Hemos recorrido casi todas las comunidades de Atlacomulco llevando despensas, donando ropa y juguetes, visitando casas de adultos mayores, apoyando a hombres y mujeres en centros de rehabilitación contra las adicciones. Llevamos oración, cobijas y alimento a los hospitales; colaboramos con varias fundaciones para respaldar causas justas; salimos a recoger basura, a limpiar áreas verdes, a orar en los lugares altos, a sembrar árboles, de los que predican en las calles, de los que abrazan y tienen un mensaje de esperanza.
Nos apasiona el deporte, cuidamos a los animales, buscamos a las ovejas perdidas, empoderamos a mujeres y jóvenes, levantamos líderes, creamos TikToks para inspirar y desatamos un mover espiritual tanto en redes sociales como en las calles. Recorremos municipios vecinos para tender una mano a quien más lo necesita, oramos con fervor, nos disciplinamos en el avivamiento y hacemos el bien en todo lugar y en todo momento. Amamos lo que Jesús ama y aborrecemos lo que Él aborrece.
Somos barro en las manos del Alfarero, moldeados por Su gracia. En CM nadie es menos, ¡nadie! Todos traemos heridas, cicatrices y testimonios de lo que Dios puede hacer con lo roto. No somos dignos de seguir a Jesús, pero lo hacemos con todo el corazón, creciendo, mejorando, renaciendo.
Aquí hay un lugar especial para ti. Te garantizo que serás amado como nunca antes y aceptado tal como eres. El único requisito es dejar la hipocresía en la puerta; después, Dios hace el resto. Te esperamos con los brazos abiertos todos los domingos a las 11 de la mañana, los viernes a las 8 de la noche para oración, los viernes a las 6 de la tarde con nuestros jóvenes “Incendiarios”, y en nuestras redes sociales, donde compartimos la agenda de un evangelio vivo y palpitante. En el Jardín Allegra, ubicado en Luis Donaldo Colosio, Col. 4 milpas, #412, Atlacomulco, Estado de México.
Recuerda: Dios no cabe en un apellido ni en una tradición. Él es el Dios de todo, no solo de los “cristianos” o los “católicos”. De hecho, creemos que Dios no es muy fan de los religiosos, pues fueron ellos quienes crucificaron a Su Hijo. Nosotros no somos religiosos; somos leones inquebrantables, líderes dispuestos a pelear la batalla en todos los frentes, buscando cumplir Su propósito con cada rugido de fe.
¡RUGE! Porque en Casa de Milagros, el León de Judá reina, y Su poder se manifiesta en cada vida transformada.

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