Muchos han sido los señalamientos que a lo largo de 33 años se han realizado con respecto a d´interés. Historias que corren a través del tiempo y que, en muchas ocasiones, no son del todo exactas. Y es que, para hablar a fondo sobre este medio de comunicación, sería necesario conocer -día a día- más de tres décadas de trabajo en esta Revista. Es por ello que hoy, celebrando un aniversario más de nuestra fundación, deseamos mostrar a nuestros lectores una parte que no todos conocen: la historia, mitos y realidades que rodean nuestro trabajo. Es hora de reconocerlo: como cualquier persona, nosotros también estamos formados por alegrías, miedos y preocupaciones.
Año 92; volvía de Guadalajara entonces
A finales del año de 1992 regresaba a Atlacomulco un jovencísimo Héctor Velasco Monroy. El recién egresado de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la UAG, volvía de la ciudad de Guadalajara con la intención de fundar un medio de comunicación local, ya fuera una revista o un periódico.
El proyecto, de inicio, involucraba a sus familiares. Curiosamente, la misma persona que tuvo bajo su responsabilidad la sección deportiva es quien actualmente está a cargo de d´interés, Mario Velasco. En ese entonces, dos cosas parecían muy remotas: el que Mario Velasco fuera quien dirigiera d´interés y que este medio de comunicación tuviera una vida tan prolongada.
Ambas cosas han sucedido, pero para ello debemos dejar constancia que en el Atlacomulco de 1992 las condiciones no eran –ni con mucho- las mejores para establecer un medio de comunicación. Nos referimos al escepticismo que generaba esta pequeña Revista impresa en hojas blancas, para la cual -como ha sucedido con muchas otras antes o después- no se garantizaba un largo periodo de existencia.
Incluso, el primer número de d´interés fue sujeto a severas críticas. Evidentes errores en el diseño, redacción y ortografía fueron recalcados, en ocasiones, de manera no muy constructiva.
En suma, el panorama para la nueva Revista era el siguiente: falta de expectativas por parte de los comerciantes -en ese tiempo la publicidad se veía más como un gasto que como una inversión-, y escepticismo entre los lectores. Por otra parte, para la clase política de Atlacomulco los primeros números de d´interés pasaron desapercibidos. La indiferencia, en esos primeros años, fue total.
Por supuesto, hubo que cambiar y corregir muchas cosas. Hay que reconocer que el nombre “d´interés” sugiere que al interior de estas páginas deben tocarse temas que llamen la atención de las personas, aunque en el periodo 1992-1994 la mayoría de la información en esta Revista era de carácter oficial. No creemos que eso sea malo –en realidad, cualquier medio de comunicación tiene el derecho de abrir esos espacios-, sin embargo, el momento político que se vivía entonces ocasionaba una enorme molestia entre la gente al leer esa clase de notas.
La diferencia, entonces, había que hacerla en función del balance. Permitir publicidad oficial, pero que ese no fuera el principal atractivo de la Revista, sino el generar expectación a través de reportajes y contenidos mucho más amplios, donde estuvieran presentes el análisis y una opinión que reflejara las inquietudes ciudadanas.
Es decir, fue necesario establecer desde un principio que la publicidad contratada por instancias públicas siempre es bienvenida, pero en ese trato no entra –ni entrará nunca- la línea editorial.
Alguna vez, sí que estuvimos en el borde
Las circunstancias cambian, los tiempos también. Los lectores, ni se diga. Adaptarse, entonces, debe ser la principal preocupación de los medios de comunicación.
¿O es que acaso alguien en 1992 podía imaginar la llegada de teléfonos inteligentes, internet masivo, redes sociales e inmediatez en la comunicación?
Frente a un panorama así, los cambios no se hicieron esperar en d´interés. Con la llegada de Mario Velasco a la dirección de la Revista - “no sabía en lo que me estaba metiendo”, suele comentar- comenzó una etapa en la que el ejercicio crítico tomó otras características.
Como suele suceder en estos casos, el comentar situaciones de una manera que no le resulta halagadora a los hombres de poder, genera reacciones. Eso ni siquiera es privativo de d´interés; ya que cualquier medio de comunicación que se no adapte a “lo establecido” suele recibir propuestas económicas; sobornos disfrazados de “regalos” (el clásico “chayote”) y, si esto no funciona, la amenaza directa o por terceras personas. Sólo basta observar el número de periodistas asesinados en México para darnos una idea de este problema, de 2000 a la fecha, ARTICLE 19 ha documentado 170 asesinatos de periodistas en México.
En sus inicios, d´interés tuvo que pasar por el mismo trayecto. Podemos decirlo con claridad: hubo ofrecimientos económicos y hubo amenazas que, afortunadamente, hasta el día de hoy sólo han quedado en eso.
Sin embargo, conservar la independencia propia siempre cuesta. En nuestro caso, los años 2004 al 2006 significaron un lapso decisivo. En ese tiempo, la idea de cerrar este medio de comunicación fue tomada muy en serio. Contábamos con pocos anunciantes y los costos de producción eran demasiado altos. Algo que no mucha gente conoce es que, para poder mantener viva esta Revista, fue necesario recurrir a préstamos económicos.
Sobrevivimos a esos años y, en este punto, es necesario reconocer el empeño de quien dirige a d´interés. Para quienes laboramos aquí, y especialmente para Mario Velasco, esta Revista no es un simple medio de comunicación. Es un legado. Algo que -a su manera, desde su perspectiva y con sus limitantes- contribuye a lograr el Atlacomulco que todos queremos.
Como respuesta a lo anterior, existe un aspecto que nos llena de orgullo y que deseamos hacer extensivo en esta edición de aniversario: nos satisface el respeto que nos hemos ganado entre los lectores y la clase política.
No mencionamos esto como una forma de autoelogio. Tampoco nos ciega la soberbia. Estamos plenamente conscientes de que somos perfectibles, que en algunas ocasiones nos hemos equivocado, y que aún nos restan muchas cosas por alcanzar. De igual modo, debemos reconocer que, así como realizamos una crítica constructiva, también estamos dispuestos a aceptar esa misma crítica. Cuando eso sucede, no tenemos ningún problema en corregir aquello que está fallando.
Así mismo, es necesario dejar el testimonio de que las críticas que tienen como objetivo insultar, denostar o simplemente molestar, no son tomadas en cuenta. En la mayoría de las ocasiones, ese tipo de actitudes están sustentadas en la envida o el resentimiento. De eso no se desprende ninguna ganancia intelectual, por lo cual no estamos interesados en conocer el número de nuestros enemigos, aun cuando algunos de ellos han tenido el poder y contactos para, de verdad, ocasionar daño.
En realidad, estamos más interesados en dar a conocer los aspectos valiosos y, después de 33 años, nos llena de orgullo el hecho de que mucha gente dedique parte de su tiempo monitoreando nuestra página en Facebook y nuestro sitio Web, y en general nuestras demás redes sociales.
En alguna ocasión, a manera de elogio, una de nuestras lectoras nos dijo: “en Atlacomulco, d´interés ya es como el pan de Chabelita; una tradición”. Eso significa que, en el imaginario colectivo, este medio de comunicación ya forma parte de la esencia de Atlacomulco.
Y eso no lo pagamos con nada.
4 mitos sobre d´interés
De ser un medio de comunicación netamente local, d´interés ha evolucionado hasta conseguir un impacto regional. Hoy, ciudadanos de El Oro, Acambay, Temascalcingo, Jocotitlán y San Felipe del Progreso también forman parte de nuestros lectores, los cuales, sumados al nivel casi ilimitado de expansión dentro de las redes sociales, nos permiten contar con un alcance que ni siquiera nosotros mismos imaginamos.
Ahora bien, es obvio que a la gente de estos lugares le agradaría conocer hechos y noticias de sus propios municipios. Lo bueno y lo malo que en ellos sucede. A nosotros también nos agradaría poder hacerlo, sin embargo, la principal limitante que hemos encontrado es la falta de voluntad entre los mismos pobladores de estos municipios. No obstante, hemos tenido colaboradores de Acambay, El Oro y, sobre todo, de Temascalcingo, quienes han enriquecido las páginas de d’interés con sus ideas.
Aquí es válido dejar el siguiente testimonio: nos sentimos orgullosos al contar con lectores y seguidores de muchos lugares, pero eso no significa que ya estamos satisfechos. Con cada edición hay que renovar contenidos, buscar temas de interés y brindar opiniones que puedan generar una reflexión. No creemos que d´interés va a seguir funcionando sólo por la inercia de 33 años.
Y hablando de esos 33 años; durante ese tiempo han crecido una serie de mitos que envuelven a la Revista. Creemos que esta es una inmejorable ocasión para despejar algunos de ellos. Por ejemplo:
Mito # 1 “d´interés es una revista priista”
Nos ligan con el PRI por cuestiones familiares. No olvidemos que quien fuera nuestro director fundador ha ocupado diversos cargos públicos a nivel municipal, estatal y federal.
Otra cuestión -ésta de carácter histórico- tiene que ver con que, en Atlacomulco, al triunfo de la Revolución Mexicana, todos los gobiernos municipales habían sido de extracción priista, hasta el 2018 éste fue el partido político dominante; al día de hoy se han dado dos alternancias.
Ahora bien, al ser d´interésun medio de comunicación que se sustenta a través de la publicidad, ésta, siendo lícita, es bienvenida de quien sea. A nosotros, al momento de contratar un espacio publicitario, no nos importan aspectos políticos como el que nuestros clientes sean priistas, panistas o morenistas. Si sucediera, eso sería una locura. Sería tanto como elegir a nuestros anunciantes por su orientación religiosa o sexual.
No, no somos una Revista priista. Eso es algo que, incluso, han comprendido los partidos de oposición por lo que, en tiempos recientes, candidatos a presidente municipal, diputado local o federal han hecho uso de nuestro espacio. Panistas, morenistas, priistas, nueva aliancistas, verde ecologistas o emecistas han tenido y tienen a su disposición nuestras páginas.
Pero esto no sólo sucede en el aspecto comercial. Es importante reconocer que dentro de nuestra labor informativa si con alguien hemos tenido “problemas” es con personajes priistas. De igual modo, si con alguien hemos sido críticos es con presidentes, regidores, síndicos, tesoreros o directores de área priistas.
La mayoría de las personas que por nuestros señalamientos se han molestado y nos han retirado el saludo; también son priistas.
Un último dato; si d´interésfuera un medio de comunicación priista, en nuestras páginas nunca habrían aparecido –de manera totalmente gratuita- entrevistas con figuras de partidos de oposición. Hablamos, además de personajes a nivel local, de charlas que hemos sostenido con protagonistas de la escena política nacional como Andrés Manuel López Obrador, Ernesto Cordero, Alejandro Encinas o Luis Felipe Bravo Mena, de quienes hemos reproducido sus palabras tal y como las han expresado.
Mito # 2 “d´interés está en contra de los taxistas”
Falso. Si de algo estamos conscientes, es de la importancia que este grupo social tiene para Atlacomulco. Son indispensables y eso en ningún momento lo hemos dejado de reconocer. Su trabajo es totalmente lícito y en d´interés no somos nadie para cuestionarlos en ese aspecto.
Inclusive, nos honra el hecho de contar con amigos que de manera cotidiana ejercen su trabajo a bordo de un taxi.
El centro de esta cuestión, entonces, no es su labor en sí; sino la impunidad de la que está rodeada. La falta de control y, en muchas ocasiones, la prepotencia con la que actúan.
Podemos decirlo claramente: no deseamos que desaparezcan los taxistas. Nuestra petición es que se regularice el servicio que prestan. Después de todo, nadie puede negar que Antorcha Campesina labora de manera ilegal. Nadie, por supuesto, puede negar el abuso que taxistas concesionados cometen en las calles de Atlacomulco, ocupando muchos más espacios de los que legalmente deberían.
En suma, lo que proponemos no es que dejen de trabajar, sino que se realice un estudio para delimitar los lugares y espacios más convenientes para situarlos.
No somos sus enemigos, sólo pedimos orden. Y esta petición no es nuestra únicamente, parte de un legítimo sentir ciudadano e, incluso, es compartida por muchos taxistas quienes reconocen que en Atlacomulco el sistema de Transporte es un caos.
Claro, esto último no lo reconocen abiertamente, ya que no desean tener problemas con sus líderes.
Mito # 3 “d´interés es totalmente objetivo”
Lamentamos reconocerlo, pero eso no es verdad. O, al menos, no es una verdad absoluta. Ni d´interés, ni ningún otro medio de comunicación -piensen en el que deseen- es totalmente objetivo, aun cuando muchos no estén dispuestos a reconocerlo.
Al estar integrados por seres humanos, todos los medios de comunicación se encuentran sujetos a filias, fobias y miedos.
Con esto, llegamos a un punto en el que debemos diferenciar objetividad y veracidad. La veracidad está relacionada con exponer hechos verdaderos y comprobables –un accidente, alguna inauguración, alguna declaración-, mientras que la objetividad implica exponer esos mismos hechos de manera desapasionada.
En d´interéssomos veraces (nunca hemos inventado noticias o acontecimientos) pero, como a cualquier ser humano, no es difícil exponer dicha información sin ofrecer un punto de vista personal.
El secreto, entonces, se encuentra en ofrecer la información con la menor subjetividad posible, realizando un ejercicio de equilibrio. Esto, en ocasiones, no es fácil; ya que quienes elaboramos d´interés tenemos puntos de vista diferentes y, en ocasiones, contradictorios. No obstante, también tenemos muy claro nuestro objetivo común: ofrecer un producto de calidad.
A partir de ello, surge la calificación que nos brindan nuestros lectores, para quienes -en su mayoría- somos un medio de comunicación objetivo; y eso es algo que sinceramente agradecemos.
Mito # 4 “En d´interés labora un gran número de personas”
Entre nuestros lectores es común la idea de que este medio de comunicación se encuentra integrado por una gran plantilla de trabajadores. Muchos reporteros, fotógrafos, corresponsales, etc.
Eso, por supuesto, no es correcto.
Sí somos un gran equipo en cuestión profesional, pero hablando en términos numéricos somos realmente pocos. A fuerza de ser honestos, en once personas se sostenía d´interés cuando se imprimía: ocho distribuidores, una diseñadora, un investigador y un director. Particularmente, las últimas tres personas deben cubrir diversos aspectos y multiplicarse en distintas funciones y son quienes ahora mantienen en pie d’interés digital.
Con ello, evidentemente, no estamos olvidando a nuestros colaboradores, quienes sin permanecer de planta en estas oficinas -y de manera honoraria- contribuyen con sus ideas y opiniones para darle a d´interés una variedad de temas y opiniones que difícilmente lograríamos quienes laboramos de base.
De esta manera, podemos resumir este mito con una sola frase: somos pocos, pero buenos.
Y 4 realidades también
Así como esta Revista se encuentra envuelta en mitos, también es importante dejar en claro cuatro realidades que son los pilares de este medio de comunicación:
Realidad # 1: la vida privada de las personas es intocable para nosotros
No por nada esto se encuentra consignado dentro de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que en su artículo 6o expresa: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros”
Sin embargo, más allá de esta cuestión, el hecho de no hacer ninguna clase de observación sobre la vida privada de los servidores públicos, y del público en general, está directamente relacionada con una cuestión de ética profesional que manejamos en d´interés.
Es decir, a nosotros sólo nos interesa lo que ocurre en el ámbito público. La manera en que se maneja un presidente municipal, regidores, directores de área o funcionarios públicos al interior de sus casas, no tiene por qué ocupar un espacio dentro de esta Revista. En realidad, esa clase de notas no sirven para nada.
Si otros medios de comunicación se permiten esta clase de licencias, especulando con que los servidores públicos son viudos, casados, tienen novia o hijos, así como las inclinaciones sexuales de cada quien; eso, al menos a nosotros, no nos interesa.
d´interés sí tiene un prestigio que cuidar.
Realidad # 2: A nuestros colaboradores no le damos línea editorial
En la mayoría de las ocasiones, se han respetado las ideas de los colaboradores. Por supuesto, hay temas que, por sí mismos, requieren un cuidado especial, particularmente aquellos que tienen que ver con la religión o con entidades religiosas -como podría ser la Virgen de Guadalupe, por ejemplo.
De igual modo, en temas políticos, la apertura es total. Opiniones que simpatizan con la derecha, izquierda o centro son bienvenidas siempre y cuando se adecuen a los criterios de esta casa informativa: respeto a la vida privada de las personas y hablar con certidumbre.
En muchas ocasiones, el mismo director de esta casa informativa así lo ha reconocido: aquí se han publicado opiniones que, incluso; chocan con sus propias ideas, pero que en aras de la libertad de expresión se han dado a conocer a la ciudadanía.
Realidad # 3: Con los grupos de poder no tenemos más relación que el respeto
Creemos que se pueden realizar críticas propositivas sin ser agresivo. Eso, a final de cuentas, genera mejores resultados. Por ello, la relación Ayuntamientos-d´interés es de respeto hacia ambos lados. También debemos reconocer que, al menos en Atlacomulco, las últimas administraciones municipales se han mostrado abiertas a la colaboración, sobre todo al momento de brindar información.
Eso no impide que con los Ayuntamientos hayamos hablado con mucha claridad: podemos proporcionarles espacios publicitarios dentro de la Revista, pero no significa que con ese acuerdo nuestra línea editorial vaya a modificarse.
Realidad #4: redes sociales; las piernas con las que andamos
Al día de hoy, nuestra página de Facebook cuenta con más de 336 mil seguidores. Si pensamos que esto ocurrió en poco más de 13 años, no deja de ser sorprendente. Ahora bien, no ignoramos que la mayoría de las personas que nos siguen en las redes sociales tienen como característica el rango de edad de entre los 25 a los 44 años de edad; y son más mujeres que hombres.
En Facebook la relación con nuestros seguidores es activa, dinámica y fluye en ambos sentidos., cosa contraria se daba con la Revista impresa, ahí la relación con nuestros lectores era más profunda y compleja, aunque, desafortunadamente, también era unidireccional, ya que no sabíamos al momento cuáles eran sus impresiones.
Centrándonos en el tema de las redes sociales, existe un aspecto en el cual sí que es necesario realizar una confesión: no estamos dispuestos a sacrificar la calidad y el respeto en aras de un mayor número de seguidores a través de Facebook. Nuestra página no está al servicio de quienes pretenden difamar, denigrar, denostar o desprestigiar a las personas.
Esas son las reglas y las hemos dejado en claro desde el principio. Es por ello que no tenemos ningún problema en reconocerlo: hemos bloqueado a distintas personas que no cumplían con estos parámetros. Tenemos ese derecho y no hemos dudado en ejercerlo. Afortunadamente, si han sido cien las cuentas bloqueadas, son demasiadas. Comparadas con nuestros 336 mil seguidores, son un número muy menor.
Así mismo, algo que podríamos considerar como una extensión de este trabajo es el sitio Web https://revistadinteres.com.mx/; el cual supera los 43 mil visitantes desde su puesta en marcha en abril del 2024. Particularmente, y si lo analizamos con detenimiento, esta oferta informativa no es más que la edición digital de lo que era la Revista impresa.
No hay más qué decir: 33 años, 692 ediciones impresas, 336 mil seguidores en Facebook, 43 mil visitas en el sitio Web. Todos estos son números que pesan. Afortunadamente, también son cifras que estimulan.