Por Jesús Blas Hernández (+) / Arturo Allende González**

En diciembre de 1977 la Organización de las Naciones Unidad estableció oficialmente el 8 de marzo como el “Día Internacional de la Mujer”, lo anterior representó sin duda un importante logro del movimiento feminista registrado en diversas latitudes alrededor del mundo.

La lucha por la equidad y por la igualdad entre mujeres y hombres a nivel internacional se remonta a poco más de dos siglos de distancia, identificando como punto de referencia el movimiento encabezado por Olympe de Gouges en Francia, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791).

Sin embargo, fue en el Siglo XX en donde los movimientos feministas lucharon por el derecho de las mujeres al voto universal, a la libre disposición de su cuerpo, a la participación política, a la igualdad de oportunidades, a la salud reproductiva y a una vida libre de violencia, todos ellos enmarcados en el principio del respeto a los derechos humanos, sociales, civiles y políticos de las mujeres.

En nuestro país el acontecimiento que visibilizó el tema de género en la conciencia social, fue la realización de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en México en 1975, en el marco del Año Internacional de la Mujer, decretado por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Sin dejar de reconocer y mucho menos pretender subestimar los importantes logros progresivamente alcanzados en nuestro país, entre los que sin duda destacan:

  • El reconocimiento en 1953 del derecho de las mujeres a votar y ser votadas para ocupar puestos de elección popular.
  • El empoderamiento de las mujeres, a través de su acceso como Presidentas Municipales, Regidoras y Síndicas, Diputadas Locales, Asambleístas, Diputadas Federales, Senadoras y Gobernadoras; así como ocupando puestos relevantes tanto en el Poder Judicial (Juezas, Magistradas y Ministras), como en la Administración Pública Federal (Directoras de Entidades Paraestatales, Subsecretarias, Embajadoras y Secretarias de Estado), y ahora con Claudia Sheinbaum como la primera mujer en ser Presidente de la República, y
  • La creciente incorporación de las mujeres a la educación superior y al mercado de trabajo.

El avance institucional más relevante que nuestro país registra en materia de perspectiva de género, lo identificamos en los últimos 24 años.

Como punto de referencia de la atención institucional al tema de género por parte del Estado mexicano, se identifica la promulgación en enero de 2001 de la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, ordenamiento jurídico que crea a principios del nuevo milenio al Inmujeres como organismo público descentralizado, encargado de promover, proteger y difundir los derechos de las mujeres y de las niñas consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ahora elevado al rango de Secretaría de las Mujeres.

El segundo paso en torno al proceso de construcción de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres quedó plasmado en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, publicada el 2 de agosto de 2006, cuyo objeto es “regular la igualdad entre mujeres y hombres y proponer los lineamientos y mecanismos institucionales que orienten a la nación hacia el cumplimiento de la igualdad sustantiva en los ámbitos público y privado, promoviendo el empoderamiento de las mujeres”.

Otra acción de carácter institucional orientada específicamente a la lucha contra la violencia de género, fue la promulgación en febrero de 2007 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia . Esta ley tiene por objeto “establecer la coordinación entre la Federación, las entidades federativas y los municipios para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, así como los principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia que favorezca su desarrollo y bienestar”.

Una medida trascendental, estrechamente relacionada con la ejecución de las políticas públicas orientadas a cerrar progresivamente las brechas de desigualdad existentes entre mujeres y hombres en diversos indicadores socioeconómicos, la representa la aprobación del presupuesto etiquetado para ser ejercido en beneficio de las mujeres y la igualdad de género.

Fue a partir del ejercicio fiscal 2008 que la Cámara de Diputados aprobó 7,024.8 millones de pesos de recursos del erario público etiquetados para ser ejercidos con perspectiva de género.

Durante el periodo 2008-2014, el presupuesto con perspectiva de género ha registrado un comportamiento creciente hasta alcanzar en el ejercicio fiscal 2014 un monto de 22,341.0 millones de pesos, lo que representa respecto al presupuesto de 2008, un incremento en términos nominales del 218 por ciento. Para el año 2025 el presupuesto asignado a la Secretaría de las Mujeres asciende a la cantidad de 2,093 millones de pesos.

Una acción importante recientemente aprobada en materia de igualdad de género, es la reforma para que los partidos políticos estén obligados a que el 50% de sus candidaturas sean para las mujeres, lo anterior no sólo abonará al empoderamiento de las mujeres, sino además, propiciará un sano equilibrio en el debate parlamentario y en la aprobación de las decisiones políticas y económicas de trascendencia e impacto nacional, en donde las beneficiarias ascienden, de acuerdo con datos del Censo de 2010 a 57 481 307 mujeres, es decir al 51.2% de la población nacional.

No obstante lo anterior, en materia de respeto a los derechos humanos de las mujeres, la igualdad de oportunidades y la eliminación de la violencia de género en la sociedad mexicana, el reto sigue siendo enorme, por ello proponemos que para avanzar en el objetivo de transverzalizar la perspectiva de género en las políticas públicas, se requiere la conjugación de los siguientes aspectos:

a)        Voluntad política, particularmente de los puestos de decisión.

b)        Autorización de recursos crecientes con perspectiva de género para todos los programas gubernamentales.

c)         Aplicación eficiente de instrumentos técnico-administrativos, como la Planeación Estratégica, la Programación-Presupuestación, el Seguimiento y la Evaluación.

Ojalá que la tendencia que objetivamente registra nuestro país en esta materia, continúe cada vez con pasos más firmes y eficientes, no sólo por el bien de las mujeres, sino del país en general.

CONTACTO: https://web.facebook.com/arturo.allendegonzalez
Fotografías Archivo Revista d'interés

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