Por Mari Jose Rivera Benítez*

Teniendo en cuenta que el hombro es el complejo articular con la mayor movilidad e inestabilidad  de todo el organismo, suele ser víctima de un gran número de lesiones.


El  hombro se utiliza prácticamente en todos los movimientos que se hacen con los miembros superiores, está formado por tres huesos: la clavícula, la escápula y el húmero, así como también por diversos tendones, músculos y ligamentos.
Las disfunciones del hombro son un problema de salud común en la sociedad, hay que precisar siempre que se pueda, el origen o la causa del mismo, existiendo cuatro factores determinantes para la aparición de la lesión: factor vascular, factor degenerativo, factor mecánico y factor traumático.
En la mayoría de los casos, el origen  del hombro doloroso es variado, generalmente es ocasionado por sobreuso de la articulación, en tareas  que son repetitivas y que con frecuencia incluyen movimientos por encima del plano del hombro; provocando dolor en la parte superior del brazo, pudiendo extenderse hacia cuello y pecho.
Las actividades deportivas que se asocian con frecuencia a esta condición son los deportes de raqueta, la natación, los deportes de lanzamiento y el levantamiento de pesas. Cuando el atleta aumenta el nivel de actividad rápidamente o entrena durante largos periodos de tiempo, los grupos músculotendinosos pueden inflamarse.
Otras actividades como pintar, conducir, realizar carpintería u otras que impliquen movimientos constantes y con esfuerzo también pueden causar hombro doloroso, manifestándose al ponerse la ropa, bañarse, peinarse o dormir con el brazo sobre la cabeza.
La edad también es un factor importante, porque a partir de los 30 años los tendones empiezan a desgastarse por lo que resisten menos a la  sobrecarga, se inflaman y duelen con más facilidad.
El dolor se puede desencadenar por un traumatismo o aparecer de forma insidiosa, en episodios, hasta hacerse constante. Puede acompañarse además de rigidez, debilidad, inestabilidad y crepitación evidente al hacer movimientos de giros con codo extendido y es una causa de incapacidad importante en actividades comunes y del trabajo.
Es conveniente reducir o evitar la actividad desencadenante, así como modificar posturas o movimientos viciosos que afectan al hombro, al acudir con el especialista, éste tendrá que realizar una historia clínica cuidadosa, así como test específicos en la exploración física, siendo de utilidad estudios para tener un diagnóstico claro y un tratamiento correcto de acuerdo a las características propias de la lesión.
El tratamiento conservador para reducir la sintomatología dolorosa consiste en combinar modalidades de tratamiento como fármacos, antiinflamatorios y un buen programa de rehabilitación haciendo uso de agentes físicos, que ayuden a una pronta recuperación y por consiguiente una rápida funcionalidad de la articulación.
Se deben normalizar los arcos de movilidad articular, distender y fortalecer los músculos que componen la articulación, para permitir una adecuada realización de las actividades de la vida diaria y la práctica del deporte de forma regular.
Es importante cumplir con el programa establecido para la recuperación, ya que se  conseguirán resultados duraderos evitando recaídas, de acuerdo a las necesidades y características individuales, se podrán sentir algunas molestias, pero con el paso del tiempo y del acondicionamiento físico esto tendrá que disminuir.
Para prevenir lesiones es indispensable:
  • El calentamiento previo a actividad física
  • Realización de estiramiento después de hacer deporte
  • Mantener una actividad física que movilice el hombro adecuada a la edad
  • Evitar dormir siempre de lado, cambiando de postura
  • No realizar esfuerzos repetitivos ni movimientos bruscos o giros forzados
  • Al levantar los pesos hay que ayudarse de los dos brazos
  • Realizar diario un programa de ejercicios diarios
Recuerde  que para evitar un problema crónico se debe dar atención inmediata a un dolor en el hombro, ya que al dar tratamiento correcto  se mejora la calidad de vida del paciente y permitiendo paulatinamente que la actividad física ligera signifique un reforzamiento de la articulación y no una sobrecarga.

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