Por Gabriel Escalante Fat*

“Cuando rezamos, hablamos con Dios;

pero cuando leemos

es Dios quien habla con nosotros”.

Agustín de Hipona.

Seis semanas después de la publicación de la reseña acerca de mi visita a la Feria Internacional del Libro, en su edición 2024, concluyo con la crónica de los eventos más destacados a los que tuve la oportunidad de asistir (https://revistadinteres.com.mx/2024/12/13/el-show-de-las-letras/).

JORDI SOLER.

                Jordi Soler es un autor veracruzano, hijo de padres catalanes llegados a México con el exilio español y asentados en “La Portuguesa”, una finca cafetalera cercana a Córdoba. En un sitio similar, sitúa el escritor la trama de su más reciente novela, En el reino del toro sagrado, que fue presentada junto con el escritor y cineasta Guillermo Arriaga, en la última jornada del sábado 30 de noviembre.  

                Platicó Soler acerca del argumento de la obra, en la que el mito griego de Minos, rey de Creta y su esposa Pasífae, quien se enamora de un hermoso toro blanco que surge del mar, es adaptado a la selva veracruzana, en las últimas décadas del siglo pasado.

                Un reto nada fácil, del que el autor sale muy bien librado, logrando una historia atrapante, con personajes complejos y peculiares, pero fácilmente identificables en nuestra peculiar sociedad mexicana.

                Dos apuntes al respecto:

  1. Estoy leyendo la novela ahora mismo, y es atrapante.
  2. Guillermo Arriaga no es tan antipático como podría uno esperar.

FORO NEXOS.

                La revista Nexos es una de las publicaciones más influyentes de México en cuestiones de arte, cultura, sociedad, ciencia y literatura.  Dirigida por el historiador y periodista Héctor Aguilar Camín, participa en la FIL desde hace varios años, con interesantes foros temáticos a los que acuden personalidades destacadas en relación al tema a tratar.  Este año, el tema fue Oportunidades perdidas”.

                Asistí, el domingo 30 de noviembre, a la conferencia titulada: 2000, la promesa de la transición y la crisis de la democracia, en la que se analizó la alternancia en el poder, con la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República, al inicio de este siglo.

                Los ponentes fueron Jorge G. Castañeda y Jesús Silva-Herzog Márquez, quienes con su capacidad y conocimiento del tema (Castañeda de primerísima mano, ya que fue canciller los dos primeros años del sexenio), analizaron las circunstancias que causaron que esa esperanzadora alternancia quedara a deber a la ciudadanía.

                Castañeda opinó que la alternancia debió ser más proactiva, pero que Fox, presionado por empresarios (que le pedían “no moverle”) y por una oposición priista con el control aún de muchos factores, y sin la suficiente fuerza política, prefirió una alternancia sin ruptura y “no hacer olas”.

                Silva-Herzog criticó que no se atacaran, en aquel primer sexenio panista, las deficiencias del poder, y se siguieran permitiendo viejos vicios muy arraigados, sin entender cabalmente que una vez que se entra en la democracia liberal, no debería haber vuelta atrás.

                Vicente Fox quiso incluir en su gabinete a figuras relevantes del PRD, lo que le habría dado mucha más fuerza política, pero Cuauhtémoc Cárdenas vetó esa posibilidad, reveló Castañeda.

                Sin embargo, ambos ponentes consideraron que es un error pensar que el 2000 no dejó aprendizajes: El presidente dejó de ser el dueño del país, y se consolidó el hecho de que solamente por la vía electoral se puede llegar al poder en México.

                La moderadora de esta conferencia fue la periodista Denisse Maerker, quien, intentando un papel protagónico, en lugar de cumplir con su tarea de conducir el debate, intentó opacar a los ponentes y los interrumpió injustificadamente en algunas ocasiones, convirtiéndose en una presencia molesta, que poco o nada aportó.

MÓNICA SOTO ICAZA.

                “Confesionario de una libidinosa irredenta” es el título del libro que, con el historiador Alejandro Rosas, presentó la escritora erótica Mónica Soto Icaza.

                Una colección de relatos breves, con mucho sentido del humor, es lo que el lector encontrará en esta, su más reciente publicación, nos hizo saber la autora, quien piensa que la risa es el mejor elemento de la seducción porque —y hace uso del tan mexicano doble sentido— “con una carcajada, todo entra mejor”.

                Soto Icaza atribuye su aceptación entre los lectores al hecho de que escribe de sexo desde una posición de poder, no desde una posición de “mujer objeto”.

EN AGOSTO NOS VEMOS.

                El 6 de marzo de 2024, fecha del 97° cumpleaños de Gabriel García Márquez, salió al público su novela póstuma En agosto nos vemos, aun en contra de la voluntad del autor, quien expresamente había pedido no editarla, en virtud de que no la consideraba suficientemente terminada.

                Sin embargo, diez años después del fallecimiento del Nobel colombiano, sus hijos Rodrigo y Gonzalo García Barcha, consideraron que no podían privar a los lectores del último texto escrito por su padre, y tomaron el riesgo de sacarla a la luz.

                La española Laura García, de la Editorial Random House y el actor mexicano José María De Tavira, fueron los encargados de conducir la presentación de esta obra.

                Luego de un inicio tardío, ocasionado por la pedantería y el egocentrismo del arquitecto Ricardo Elías, sumados a la poca civilidad de sus invitados, que se negaban a desalojar el salón en el que el arquitecto devenido en “escritor” presentó su libro “Yo, frases agudas”, por fin pudo arrancar la sesión que me interesaba.

                Confieso que me pareció absurdo que un actor —De Tavira— hubiese sido seleccionado para una presentación literaria.  La explicación a esto llegó pronto: Chema es el narrador en la versión audiolibro de “En agosto nos vemos”. Aun así, yo mantenía mis prejuicios.

                Casi iniciando, Laura García le preguntó a De Tavira cuántas veces había leído la novela antes de entrar a la cabina de grabación. El actor respondió que más de una docena y que no sólo eso, sino que se había adentrado en la obra y vida de García Márquez, a fin de buscar una compenetración con el escritor y tener más elementos para hacer un trabajo profesional.  Mis prejuicios iban debilitándose.

                Pero lo que terminó de derrumbar mis reticencias, fue la siguiente narración de José María (cito de memoria): “En 2002, asistí a una función de la última gira en México del gran mimo Marcel Marceau, cuando el actor tenía 79 años de edad. Lógicamente, Marceu no tenía ya la agilidad corporal de su época cumbre, pero en cada uno de sus movimientos se alcanzaban a percibir los trazos de un artista en decadencia que fue un genio, el mejor en su disciplina.  Así, cuando escribió “En agosto nos vemos”, García Márquez no estaba ya en la plenitud creativa que tenía cuando escribió “Cien años de soledad”, El otoño del patriarca” o “El amor en los tiempos del cólera”, pero en cada párrafo logra aflorar su incomparable talento.  Sólo por eso, valió la pena la publicación de este libro”.

                En agosto nos vemos” trata del amor y la pasión de las personas mayores. Narra el despertar sexual de una mujer de 46 años —Ana Magdalena Bach— quien, cada año, en el aniversario de la muerte de su madre, visita la isla donde ella está sepultada y se da la licencia de ser, por un día, otra persona.

                Ana Magdalena se hace acompañar por un libro en cada uno de sus viajes. Y cada libro que lleva, la prepara para la manera en que va a ser ese día del año.

                Al final de la conferencia, le expresé a De Tavira mi grata sorpresa al darme cuenta de que no sólo es un buen actor, sino un tipo culto y reflexivo. Y le compartí que, casualmente, yo también asistí a una función de aquella última gira de Marcel Marceau por nuestro país, maravillándome ante su espléndido arte sin palabras.

                No me atreví a confesarle al actor la envidia que le tengo, por el hecho de que, aunque fuera en una ficción —la película “Arráncame la vida”—, él se hubiera ido a la cama con la hermosa actriz Ana Claudia Talancón.

LA SERIE

Salió por fin, en la plataforma Netflix, la tan esperada primera parte de la serie Cien años de soledad”, basada en la novela cumbre de la literatura latinoamericana.  Son ocho capítulos de casi una hora cada uno. Los calificativos que yo pudiera expresar al respecto, quedarían cortos ante la espléndida obra audiovisual que logró el enorme grupo de profesionales que participaron en la producción.

Sería imperdonable dejarla pasar.

Quizá algunos de los espectadores que no han leído la novela, después de esta experiencia se animen a adentrarse en esas apasionantes páginas, escritas hace casi cincuenta años por Gabriel García Márquez.

Guadalajara, Jalisco, enero 22, 2025.

*Contacto: gescalantefat@aol.com

FB: Gabriel Escalante: https://web.facebook.com/gabriel.escalante.31542

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