Por De la Redacción

Con severos pendientes que ya se vienen arrastrando por décadas, en todo el Estado de México se renovaron alcaldías, luego de un proceso electoral donde el morenismo recuperó casi todo lo perdido en el 2021.

En el caso particular de Atlacomulco, el ayuntamiento que encabeza Nicolás Martínez Romero, desde este momento ya debió tomar en cuenta aspectos que, al menos durante su campaña, manejó como prioritarios. Hablamos de Seguridad, Servicios Públicos o Parquímetros.

Sin embargo, siendo honestos, una cosa es lo que mencionen las autoridades y otra la perspectiva que la ciudanía tenga sobre esos mismos temas.

Desde ésta la última, hablaremos sobre temas muy puntuales.

Seguridad Pública, a la cabeza de peticiones

Durante diciembre de 2024, d´interés tuvo la oportunidad de charlar con el licenciado Nicolás Martínez Romero, esto con el objetivo de conocer algunos aspectos de lo que sería su actuar como el próximo presidente municipal. En ella, reconoció que la petición más relevante que se le hizo durante los tiempos de campaña era incrementar la seguridad en Atlacomulco.

Este no es un dato menor, ya que nos habla tanto del clima social que hoy se vive en el municipio, como de las prioridades que debe establecer el nuevo Gobierno Municipal.

Razones no faltan para ello, por supuesto. De inicio -y siempre de acuerdo a los datos que proporciona el Observatorio Nacional Ciudadano- porque el robo de vehículos es una constante que no ha logrado abatirse. A esto, también se sumó la incidencia recurrente del robo en sus vertientes de casa habitación, transeúnte y a negocio.

Sin embargo, hasta noviembre del 2024, el delito que tuvo un mayor repunte fue el tipificado como lesiones dolosas –es decir, aquellas lesiones que se producen con el fin de lastimar, no por accidente-, de modo que, para fines prácticos, lo que indica es que nos estamos volviendo una sociedad mucho más violenta. Sin dejar de lado el cobro de piso, las extorsiones y la venta de drogas, tanto en cabecera como en algunas comunidades, catalogadas como focos rojos.

Con todos estos antecedentes, es lógico que la principal solicitud de apoyo sea la de Seguridad. Por ello, y con la misión de aminorar en lo posible esa sensación entre los atlacomulquenses, es imprescindible que esta nueva administración dé resultados en el menor tiempo posible.

Parquímetros; el gran quizás

Amados y odiados, estos aparatos siempre serán un tema de debate entre la ciudadanía. Lo cierto es que, más allá de lo emocional, su utilidad es indiscutible, por lo que Martínez Romero aseguró que se quedarán, con la promesa de transparentar el recurso que ingresa a las arcas municipales, además de poner mano dura con los que incumplen con el pago al  retirar las placas para evitar ser infraccionados.

De hecho, la prueba de lo diferentes que son nuestras calles sin parquímetros la hemos tenido durante los últimos meses. Por más que se desee negar, lo cierto es que, por lo menos, con ellos se establece un orden vial básico.

El problema de fondo sobre ellos –no sólo de la administración recién concluida, sino también de las pasadas-, es la nula clarificación de los recursos que el uso de estos aparatos y multas generan.

¿Mantendrá esta administración la promesa de hacer transparente, peso a peso, lo que por ellos se recauda?

Ojalá, por su propio bien y el de todos, que sí.

El Relleno Sanitario… de la discordia 

Su clausura fue sólo el cerrojazo final para un problema que el Gobierno Municipal ante pasado no supo, pudo, ni quiso resolver y que el pasado dejó sin resolver. A esto se suma el tener que enviar los desechos que Atlacomulco produce hacia otro municipio, con la consecuente sangría al erario local, o al menos en las dos administraciones pasadas eso se hizo con la basura. Ya se verá qué medidas toma la actual administración con la recaudación y disposición final de los desechos sólidos, toda vez que el Gobierno estatal prohibió los Rellenos Sanitarios. A esto hay que agregar que el Biodigestor ya no opera.  

¿Ayudará la propuesta de separación de residuos en forma obligatoria para la ciudadanía? Por descontado, hay que decir que, en cuanto esto se aplique, encontrará resistencia por parte de algunos atlacomulquenses. Porque sí, por la flojera de separar…porque, a final de cuentas, somos así.

Servicios Públicos y ODAPAS, siempre insuficientes

A pesar de que hablamos de cuestiones básicas para toda la población, tanto el abasto de agua potable como el correcto funcionamiento de alumbrados o vialidades siempre son el talón de Aquiles de cualquier administración.

Falta de recursos, de personal especializado y hasta de voluntad son trabas frecuentes para el desarrollo de estas actividades que, irónicamente, son una muestra de qué tan desarrollada o deficiente es una sociedad.

En el caso de Atlacomulco, lo relevante es que, al menos de dicho, el actual alcalde pretende una mejora sustancial en ambos, basándose en los ingresos que obtendrá por el pago de agua y predial, recursos que se destinarán para mejorar la calidad de ambas oficinas, todo ello poniendo más atención en campo, que permitan una mejor apreciación de los problemas.

Si sucede –cosa que aún está por verse-, sería una revolución en nuestra vida cotidiana. Pero son tantas administraciones pasadas que han prometido lo mismo, que hoy es algo complicado de creer.

Ojalá que nuestras dudas se eliminen con base en evidencias.

Festival Ambaró, Carnaval, y Fraternidad Atlacomulquense, mucho más que simple diversión

Pese a que los tres eventos tienen una vertiente cultural –el Festival Ambaró mucho más marcada, por supuesto-, es imposible dejar de lado que, de forma colateral, generan movimiento económico, social y requieren de Seguridad.

Para este año la Fraternidad Atlacomulquense que se celebra el 5 de febrero en Las Fuentes, en esta ocasión y por primera vez, se hará durante una semana, habrá que ver qué se tiene preparado, además de lo ya tradicional, como es el palo y puerco encebado, verbena y baile popular, función de box, charreadas y la comida campestre.

El Carnaval que se lleva a cabo durante el mes de febrero, sin duda es el que mayor de gente aglutina a lo largo de la avenida Isidro Fabela, por lo que habrá que tomar en cuenta los factores económicos, sociales y de seguridad para llevar a buen puerto la edición de este año.

Por su parte, es inocultable que la calidad del Festival Cultural Ambaro decayó de forma evidente en sus 3 ediciones anteriores; se sumó falta de oficio y hasta de profesionalismo por parte de los responsables.

¿Con la administración 2025-2027 recuperará el nivel que tuvo en sus mejores tiempos? Esperamos que sí, en virtud de que, con todo y las variantes sociales, Atlacomulco sigue siendo un polo cultural en la zona.

Invasión de espacios públicos; daño para todos

El 2024 terminó con una pérdida real de espacios para los atlacomulquenses. Desde vendedores ambulantes -sobre todo en las inmediaciones de la terminal de autobuses-, pasando por taxistas piratas y concesionados que expanden sus bases.

A esto se suma que, aun con los parquímetros, también creció el apartado de lugares frente a negocios e inclusive la ocupación de banquetas como anexo de los negocios. Cajas, sillas, plantas, huacales, cubetas, diablitos, maniquíes y hasta camionetas-tienda florecieron sobre calles como Miguel Hidalgo, Isidro Fabela, Alfredo del Mazo, Nicolás Bravo, Manuel del Mazo, Villada, Juan de Dios Peza, Mario Colín, Gregorio Montiel, Enrique Valencia, Av. del Trabajo, Av. del Taller, AV. ATA, todo en medio de la más completa impunidad.

Recuperar el sentido social y público de las calles y banquetas en la cabecera municipal es una prioridad, porque, en sí, lo que se está vulnerando es el derecho al libre tránsito que, al menos hasta fin del año pasado, no pasaba de ser una burla.

Tránsito Municipal; claroscuros

Durante muchos años fue una petición ciudadana el municipalizar los servicios de Tránsito. De hecho, la deficiente actividad que agentes hombres y mujeres estatales tenían con respecto a este tema, volvía aún más urgente el conseguir que esto se volviera atribución del gobierno local.

Un mérito que es indiscutible de la antepasada administración es el de, por fin, haberlo conseguido.

Sin embargo, la cuestión de fondo, es que el ordenamiento vial sigue pendiente.  La falta de personal es una de las razones, pero también se puede mencionar que no todo se reduce a la carencia de elementos. También toma parte en este problema, la poca o nula cultura vial de los conductores y peatones, el “influyentismo” que todo ciudadano dice tener y, por supuesto, el temor del Ayuntamiento por aplicar la ley como debe ser, prueba de ello es que en la pasada administración prefirieron voltear hacia otro lado, antes de aplicar la ley a todos aquellos conductores que se estacionan en doble/triple fila, sobre las banquetas, bloquean pasos peatonales y rampas para personas con discapacidad o se estacionan sobre cajones azules. .

Podemos ser optimistas si pensamos que, por fin en Atlacomulco, el orden vial es una decisión interna. El problema es quizá, la falta de voluntad para que ello suceda.

Obras de infraestructura

En la citada entrevista, Nicolás Martínez a pregunta expresa aseguró que ya existen las carpetas ejecutivas de dos obras de interés general: la modernización de la parte poniente del libramiento Jorge Jiménez Cantú y la terminación de la Clínica Geriátrica ubicada en la calle Zapata casi esquina con Porfirio Alcántara, así como retomar el tema del Hospital General en la comunidad de Santiago Acutzilapan.

De la modernización del libramiento, es una obra que ya estaba contemplada desde el 2023 por el gobierno de Alfredo del Mazo, solo que no se llevó a cabo, ahora solo falta retomarlo.

En cuanto a la Clínica Geriátrica y el General de Santiago Acutzilapan, son proyectos que datan desde la época del gobierno de Eruviel Ávila, y que se quedaron, el primero en obra negra y el segundo en los cimientos. Esperamos que Martínez Romero haga honor a su palabra y por fin se dé continuidad y terminación de estas tres obras que sin duda serían de enorme beneficio para la comunidad atlacomulquense.

Un último dato…

Al inicio del 2025, Atlacomulco vive uno de sus periodos más interesantes en materia política. Con un morenismo que sigue vigente en amplios sectores de la población, tan es así que recuperaron la Presidencia Municipal y, por otra parte, con un priismo que se ve en franca agonía, aun con los poco más de 20 mil votos que obtuvo en las urnas el pasado junio del 24; las miradas están puestas en el actuar de la administración 2025-2027.

Conforme a ello, lo obvio es que comiencen las comparaciones. Que no nos sorprenda que lo positivo, observado por simpatizantes, se magnifique; mientras que los detractores se esfuercen en denostar aquello que consideren se realiza en forma deficiente.

Y es que matraqueros, de ambos lados, hay y de sobra.

En d´interés recibimos este año con la firme intención de continuar con nuestra misma línea editorial: mantenernos en una justa medianía, donde el juicio imparcial sea la ruta a seguir.

A veces cuesta caro, pero, aun así, por este o cualquier otro medio; aquí seguimos.

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