Por Felicina Francisca García Martínez*

En el municipio de Villa Temascalcingo de José María Velasco, como cada año desde tiempo remoto, los pueblos de los alrededores están alistándose para despedir el año viejo y recibir el año nuevo con la fiesta del Señor de la Coronación (Ts’ ita  Cornacio en Jñajto). El día 31 de diciembre y el primero de enero llegan las peregrinaciones de Mayordomos, Fiscales y de danzantes con sus imágenes, de los pueblos originarios Ñjatjo y Ñhañhu de Tepeolulco, Pastores, Santiago Coachochitlán, la Magdalena, Maro y San Pedro el Alto entre otros, siempre presentes en sus tradiciones con fe y esperanza de un nuevo año.

El finado Julio Garduño Cervantes nos describió: “Yo oí decir, a los viejos de Temascalcingo, historias muy bellas y antiguas, una de ellas nos dice:

Corría el año del señor de 1716, cuando el capitán Andrés Velázquez de la Rocha y su esposa doña Manuela Canalejo dueños de la hacienda de Solís, muy devotos, mandaron traer imágenes religiosas de Sevilla, España entre ellas un cristo Ecce Homo, señor de la Expiación de tamaño natural, después de algún tiempo llegaron al puerto de la Villa Rica de la Veracruz y de ahí las trajeron los arrieros en sus recuas de mulas, en unos cajones de madera, pasaron algunos días de recorrido, llegaron al camino real de Michoacán y en las cercanías del puerto de Medina fueron asaltados.

          Dos mulas lograron separase de la recua, llevándose un cargamento, se internaron en los cerros llenos de encinos y madroños de Juanacatlán, atravesando por la meza grande y bajando por el camino que llega a la Hacienda de la Huerta; unos campesinos los vieron y no lograron detenerlas, dieron aviso al párroco Nicolás Alanís Calderón, quien llegó y bendijo a los animales con agua bendita logrando apaciguar y descargar las cajas; el pueblo con gran asombro vio el contenido de los cajones de madera, cada uno traía la mitad del cuerpo de cristo y unieron las dos partes, quedó completo el cuerpo, sentado con un manto púrpura y en su mano izquierda una caña como cetro y en sus sienes una corona de espinas, una imagen llena de dolor y sufrimiento con una mirada de ternura.  Su cuerpo con heridas de donde brotaba sangre, la gente del pueblo se llenó de emoción y dijo es el Señor de la Coronación al recibir la sagrada imagen, sus ojos se arrasaron de lágrimas, y lo llevaron en andas, pasando por el puente colgante de madera sobre el río Grande Ndareje (río Lerma), en medio de repiques de campanas, cohetes, con oloroso copal que se esparcía a los cuatro vientos, flores y frutas, en procesión conducen la imagen a la parroquia de San Miguel Arcángel.

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La noticia de la llegada de la imagen corrió por todos lados.  Un día muy de madrugada dos mazahuas de A Ndaró lo vieron sentado en un maguey raspado con su corona de espinas, mirando esta tierra, las montañas, el valle donde el viento mecía los trigales dorados y el maíz verde jiloteando en medio de una neblina iluminada por los primeros rayos de sol.

El pueblo decidió construirle un templo en un cerrito de Boquí y lo llevaron, pero al día siguiente estaba en el templo grande, y se decidió construirle su capilla anexa al templo, los hacendados intentaron llevársela también, a la Hacienda de Solís, pero la imagen se hizo muy pesada y no se la llevaron.

Desde esa época creció la devoción, se le conocía con el nombre del Señor de la Expiación, la devoción popular lo llamó Señor de la Coronación.  En su honor se realizan grandes festividades que empiezan desde un mes antes, con la salida del Señor, el 1° de diciembre y el día 31 es la entrada, son las vísperas que se celebran con danzas, música, fuegos artificiales, se encienden A Ngosibi , el fuego de año nuevo y se recuerda a Xita y el día primero de enero es la fiesta del Señor de la Coronación o de año nuevo, que se prolonga hasta el día 5 de enero que es la despedida.

A esta festividad acuden las comunidades mazahuas y otomíes del municipio y de otros lugares, llegan en peregrinación acompañados de sus sagradas imágenes, envueltas en lienzos bordados adornados con panes, flores y frutos, los ritos se hacen con gran solemnidad, danzas de concheros, pastoras, macheteros, sonajas o ximo, con música de violín y tambora, flautas, la danza de los arcos, o de los monarcas también llamada de los romanos, con gran colorido, las llamadas caballerías de Tepeolulco y los Pastores.  Se realizan procesiones con todos los fieles, en medio de cantos, copal, cohetes, llevando las imágenes, primero todas las imágenes de las comunidades y al último el Señor de la Coronación.  En mazahua se dice “NU MBAXCUA A XITA CORNACIO”.

La gente del pueblo acude con gran devoción llevando retablos, milagros de plata, frutos, panes, flores, limosnas; como gratitud a sus favores.

En época de sequías y calamidades sale en procesión para propiciar la lluvia o calmar las desgracias.

En 1860 un grupo de soldados comandados por Pueblita intentaron incendiar el pueblo, no lo lograron, a Él se atribuyó este hecho.

En 1912 hubo fuertes temblores durante tres meses, salió a la plaza y ayudó a calmar los siniestros.

Los mazahuas lo llaman Xita Tata Coronación, los otomíes le dicen Macatha, una cosmovisión milenaria que se identifica con Él.

En el pensamiento religioso se dice que: “La corona de espinas simboliza el triunfo del espíritu sobre el dolor”.

Hasta el año venidero te vendremos a saludar” son las alabanzas de los danzantes y peregrinos de las comunidades lejanas a la cabecera del municipio, al despedirse del Santo milagroso Señor de la Coronación.

La mayor participación es el pueblo de San Francisco Tepeolulco dedicada al Señor de la Coronación que se venera en la Parroquia de San Miguel Arcángel, en la cabecera Municipal de Temascalcingo, durante los días del 31 de diciembre al 2 de enero.  A esta festividad asisten peregrinaciones de los Barrios que conforma, con grupos de danzas, música, cantos y ofrendas; al frente va el Santo Patrono, los mayordomos, fiscales y cargueros portando estandartes y palangana o Boximo, símbolos propios de sus ritos.

Las peregrinaciones participan en la procesión de la entrada del Señor de la Coronación que se celebra en las vísperas de la fiesta y en el atrio de la iglesia, se danza y se canta durante dos días, las imágenes de los Santos que están de visita se colocan a los costados del altar mayor.

Dentro de los ritos y ceremonias que se celebran en honor al Señor de la Coronación están las caballerías de Tepeolulco, un grupo de jinetes alrededor de 1500, que acuden en peregrinación a la fiesta del Señor de la Coronación, para acompañar en su retorno de las danzas al señor San Francisco de Asís y así cumplir con el rito y renovar el viaje de retorno a su lugar de origen.

Estas Caballerías tienen una dehiscencia, que se remonta a la edad media en Europa, en las que se organizaban caballerías en las cruzadas para defensa de los lugares santos y que llegaron a estas tierras mediante la conquista espiritual española, uniéndose a los antiguos ritos mazahuas.

El día 31 de diciembre bajan la peregrinación de Tepeolulco con el Santo Patrono del pueblo el Señor San Francisco de Asís, un estandarte y pabellones de las caballerías, que los acompañan hasta el Centro de Santiago Coachichitlán, ahí se retorna los mayores de las caballerías hacia su pueblo, en tanto la peregrinación integrado por las danzantes de Pastoras de tres a cuatro grupos siguen su camino hacia la cabecera municipal con los fiscales y mayordomos. Pero antes hacen dos descansos uno en el paraje de Los Linderos o Chiskien mazahua en donde está un pequeño oratorio para depositar una vela y santiguarse, y posteriormente siguen el camino hacia la comunidad de Mavati haciendo otro descanso en el pequeño oratorio de la familia García Martínez, se les ofrece un desayuno a los peregrinos, después prosiguen su camino hacia el centro de Santiago, hacen el ultimo descanso en el pequeño oratorio de la familia Ruiz.

Como a la una de la tarde se sigue el camino hacia el Centro del Municipio, llegando a las tres o cuatro de la tarde en la capilla adonde ya está el Señor de la Coronación o el Santo Festejado. 

*Cronista Municipal de Temascalcingo / Amecrom, A. C. / ANCCIM

*Fotografías ilustrativas cortesía: Edgardo Rudy Piña Garduño / Yenni Tania Zaldívar Contreras

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