Por Ana Karen Flores*

¿Por qué los astronautas están en el espacio?, ¿Cómo surgen los arcoíris?, ¿Por qué vuela un pájaro? Estos ejemplos de preguntas son cotidianos para las niñas y niños a lo largo de la primera infancia o las primeras etapas de desarrollo, la curiosidad es un reflejo nato traduciendo el conocimiento en experiencia; solo no de la manera que el mundo adultocentrista lo percibe.

El 20 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Infancia, tratándose de México que coincide con el 30 de abril, esto para evitar confusiones con el Aniversario de Inicio de la Revolución Mexicana, este día busca escuchar a las niñas y niños en todos los temas relacionados con sus derechos. Pero: ¿Cuántas veces los hemos escuchado? No me refiero a las risas, llanto o malestar si no: ¿Cuántas veces prestamos atención a las palabras? Podría decir que pocas veces.

La voz es una herramienta poderosa y el conjunto de palabras o diversas manifestaciones de la expresión se reflejan en la cotidianidad, los dibujos, cuentos, el juego, canciones o gritos plasman las formas de sentir de las infancias. Al momento de preguntarles sobre sus sentimientos, temores e ilusiones la respuesta varía porque cada niña o niño lo dice conforme sus aprendizajes. Por ejemplo: Si una niña escucha que hablar solo se limita a los niños, probablemente crecerá con la idea que su palabra no es valiosa generando dudas o temores a futuro. En cambio, si al niño se le impulsa a hablar siempre, en un futuro será un líder.

¿Notaste la diferencia? Vamos a complicarlo un poco más: Si a la niña se le impulsa a hablar enfrentándose a los constantes obstáculos impuestos por el mundo adultocentrista se fortalecerá, pero estará lidiando con techos de cristal a temprana edad, en cambio un niño siempre mantiene esa figura de liderazgo con la salvedad de mostrar fortaleza todo el tiempo. ¿Qué significa? La parte emocional se limita. Esto no significa que la participación de niñas y niños se vea limitada, pero cambia en gran medida.

Antes de entrar a esto, el adultocentrismo hace su aparición como la medida de las cosas, la verdad de las personas adultas, sin cuestionarse ni ajustarse a las niñas y niños. ¿Por qué? El mundo se mueve cada vez más rápido, las personas consideran que los aprendizajes, experiencias o sentires de las infancias no tienen valor o, más bien niñas y niños deben ajustarse a este esquema. La sorpresa viene al momento en que las infancias manifiestan su opinión.

Las opiniones de las infancias, aunque no de manera abstracta por el desarrollo psicoemocional de cada etapa, tiene la misma validez que la de los adultos porque la realidad es la misma, lo que ocurre es que se observa o considera a las infancias inexpertas cuando en realidad saben lo que pasa. De ahí: ¿Cuántas veces se les pregunta por sus emociones?, ¿Sabemos los procesos de duelo o angustia en la muerte de un ser querido? Un momento para reflexionar.

La actualidad ha permitido la participación de niñas, niños y adolescentes en los temas relevantes: medio ambiente, el juego, la violencia, acudir a la escuela, a qué se quieren dedicar cuando sean grandes, el futuro, el espacio o más áreas de curiosidad. Los espacios para expresarse: en las Consultas Infantiles y Juveniles organizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE), la SIPINNA (Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes) o a nivel estatal o instituciones públicas encaminadas a la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

Las Consultas Infantiles y Juveniles en México contribuyen a la participación de niñas, niños y adolescentes en temas de interés, de forma paralela; UNICEF nombró el 2024 “Escuchar el Futuro”, para mejorar la comunicación entre padres, madres, autoridades y sociedad con las niñas, niños y adolescentes en todas las áreas de interés, además mejorar las condiciones educativas, de salud, económicas, ambientales y legales en pro de sus derechos.

La participación de las infancias no se limita en el aspecto educativo o espacios públicos, tiene origen en casa. Desde: ¿Qué vamos a comer hoy?, ¿Por qué mamá está triste?, ¿Papá está enojado conmigo? Hasta: ¿Cómo vuelan los pájaros? ¿Ya recordaste? Solo la participación u opinión se ve eclipsada con la violencia física, expresiones verbales que callan las voces, castigos por situaciones que los adultos enfrentan de un mundo acelerado terminando en especie de catarsis o de tensión.

Sumando estos factores, las voces cambian en procesos judiciales tanto familiares o penales, no es lo mismo el mundo adultocentrista y llegar a la justicia donde los nervios y el suspenso se “comen” a las personas adultas. ¡Imagínate a las niñas o niños en la escucha con un juez o jueza!, las emociones crecen a tope. Dato curioso: Los ambientes judiciales son los lugares frecuentes donde se les pide a las infancias su opinión, pero los espacios físicos no ayudan de forma adecuada, los tiempos son limitados y la justicia… sí, adultocentrista.

¿Ustedes saben cómo se mueven los pájaros? Sigue pensando porque esa pregunta está en la mesa. Las voces de las infancias son importantes, sin estructuras o formalismos, es decir, sin el pensamiento abstracto donde explicamos las razones a través de la complejidad. Eso aplica para otros sentidos, pero no a las infancias. Al igual que el juego ayuda en la expresión corporal, mental y emocional, la voz es energía, inquietud y preocupación.

¿Sabías qué los niños tienen derecho a expresar su opinión sobre los asuntos que les afectan? Los adultos deben escuchar a los niños y tomarles en serio. Sí, esto lo señala la Convención sobre los Derechos del Niño, al igual que otras leyes de protección, las opiniones cuentan para mejorar la sociedad fungiendo como puentes de escucha, construcciones de mejoras en la calidad de vida de niñas y niños, preocupaciones por el presente y el futuro, o emociones relacionadas con su día a día.

Cada 20 de noviembre es un recordatorio que la infancia tiene derechos, pero cada día es una oportunidad de escuchar a niñas y niños porque al final, volarán.

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