Por Fernando Jasso*

La final de la categoría Sub-7 nos regaló dos emocionantes encuentros entre los equipos hermanos, “Estudiantes” de Atlacomulco y “Estudiantes” San Felipe del Progreso. Ambos partidos fueron una muestra de la intensidad y la calidad futbolística que caracteriza a las futuras promesas del balompié local.

El primer duelo se disputó en la cancha de San Felipe de Progreso, casa de la filial “Estudiantes” San Felipe. El marcador reflejó la igualdad de fuerzas entre los equipos, con un vibrante 4-4 que dejó todo abierto para la vuelta.

La vuelta se llevó a cabo en el campo sintético de Fútbol 7 en Las Fuentes, Atlacomulco. Nuevamente, el marcador mostró lo parejo del enfrentamiento, terminando 2-2. Entre los más destacados del encuentro, Sebastián “Bicho” Mejía brilló con un doblete, confirmando su papel como pieza clave en el ataque.

El gol del empate definitivo llegó en el minuto 90, cuando “Estudiantes” de Atlacomulco logró evitar la derrota en el último suspiro, empujando el partido a una emocionante tanda de penales.

En la tanda decisiva, “Estudiantes” Atlacomulco fue más efectivo, llevándose la victoria y el bicampeonato gracias a las anotaciones de Sebastián “Bicho” Mejía, Ander Garduño, y Gabriel Dávila. Con este resultado, el Grupo A de Estudiantes de Atlacomulco coronó su gran temporada, después de haber superado en semifinales al Grupo B de Estudiantitos Atlacomulco.

Este triunfo no solo es un reflejo del talento individual, sino del esfuerzo colectivo y la capacidad de competir al más alto nivel desde temprana edad.

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