Por Fernando Jasso*

¡Hoy es un día que quedará grabado en el corazón de todos los que formamos parte de la familia Estudiantes! Nuestros pequeños gigantes de la Sub-7 se enfrentaron en un emocionante y decisivo partido de liguilla, donde el grupo A y el grupo B dieron todo en la cancha, demostrando su gran talento y pasión por el fútbol. En un encuentro lleno de energía y entrega, el grupo A se impuso con una amplia ventaja, logrando así su pase a la gran final, la cual se disputará contra la filial de San Felipe del Progreso este fin de semana, de lograr el triunfo, los chicos se convertirán en bicampeones.  

Este triunfo no solo es una victoria deportiva, sino un reflejo del esfuerzo, disciplina y compañerismo que estos pequeños han mostrado desde el primer día. Cada entrenamiento, cada sacrificio y cada sonrisa han sido clave para llegar a este momento. Están apenas comenzando su camino en el fútbol, pero ya muestran que tienen el corazón y la dedicación de verdaderos campeones.

Queremos extender un agradecimiento muy especial a los padres de familia, quienes han sido el pilar fundamental en el crecimiento de estos jóvenes jugadores. Su apoyo incondicional, su presencia en cada partido y su confianza en este proyecto han sido cruciales para que hoy estemos celebrando este gran logro. Sabemos que detrás de cada gol y de cada jugada, hay familias que vibran de emoción y orgullo, y eso es algo que no tiene precio.

No podemos olvidar a nuestra increíble afición, que siempre ha estado presente, animando y acompañando a estos pequeños que recién inician su camino en este hermoso deporte. Su apoyo en las gradas, su aliento constante y su pasión han sido el motor que ha impulsado a nuestros pequeños a dar lo mejor de sí en cada momento.

Más allá de los resultados en el campo, lo más importante es ver cómo estos niños están formando su carácter y trabajando los valores que les servirán para toda la vida. El respeto, el esfuerzo, la humildad y el compañerismo son tan importantes como cualquier gol, y nos llena de orgullo ver cómo estos valores se viven día a día en nuestro club.

A los jugadores del grupo B, les decimos que esto es solo una etapa en su aprendizaje y que el camino sigue lleno de oportunidades para seguir creciendo. Nos sentimos igualmente orgullosos de su esfuerzo y dedicación, y estamos seguros de que grandes cosas les esperan.

Sigamos apoyando a estos pequeños que con cada partido nos llenan de ilusión y esperanza. ¡Vamos por la gran final con el corazón en alto y la mente puesta en el trabajo en equipo! ¡Felicidades a nuestros campeones y a toda la familia que los respalda! ¡El futuro del fútbol está en grandes manos!

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