Por Arturo Allende González*

El pasado 30 de julio del año en curso, la maestra Delfina Gómez Álvarez, Gobernadora Constitucional del Estado de México, presentó a los mexiquenses el Plan de Desarrollo del Estado de México 2023-2029, lo anterior es relevante a partir de considerar que el Plan, será el documento rector del desarrollo de la entidad mexiquense. En palabras de la propia gobernadora Gómez Álvarez, el Plan es la “hoja de ruta que nos servirá de guía a lo largo de estos seis años”.

El citado Plan es el documento que habrá de regir la instrumentación de las políticas públicas de la gestión de gobierno de la maestra Delfina Gómez, orientadas a conseguir el desarrollo integral del Estado de México.

En la presentación del documento, se señala que el Plan es producto de un amplio proceso de participación ciudadana (presencial y virtual), promovida a través de la realización de Foros de Consulta Popular que tuvieron una extraordinaria participación, que fortaleció este ejercicio de planeación democrática, contando con la asistencia de más de 226 mil personas de manera presencial y remota en ocho sedes.

En estos foros, que se volvieron un instrumento de participación vivo, se reflexionó sobre los temas centrales para el desarrollo del estado y se escucharon las propuestas de todos los sectores de la sociedad, así como de la ciudadanía en general, a fin de considerarlas en las estrategias y acciones que emprenderemos durante mi gestión, enfatizó la Gobernadora.

Expongo a continuación de manera sucinta la estructura y alcances del Plan, así como algunas consideraciones en torno al contenido del citado documento.

El Plan está estructurado sobre los siete ejes definidos por la Gobernadora Delfina Gómez Álvarez para atender los problemas que padece la entidad, con base en el diálogo que ha sostenido con el pueblo en sus múltiples recorridos por el estado, los Foros de Consulta Popular que se realizaron para la elaboración del Plan, así como en las Audiencias Ciudadanas. De estos siete ejes, a cuatro se les denominó “Ejes del Cambio” y a los tres restantes “Ejes Transversales”.

Se subraya en el Plan que estos ejes se sustentan en el “Humanismo Mexicano”, que sintetiza los principios políticos, económicos y sociales de la Cuarta Transformación, al fomentar el progreso con justicia, la pluralidad, la inclusión, la austeridad y la honestidad; donde el gobierno y el poder están al servicio del pueblo.

Cada eje es introducido por un diagnóstico crítico sobre el estado actual que guardan los grandes retos del Estado de México y problemática que lo componen.

Una vez presentados los diagnósticos de cada eje, se integran sus objetivos, estrategias y líneas de acción.

Cada capítulo relativo a los Ejes del Desarrollo concluye con una serie de indicadores, reconocidos a nivel nacional e internacional, como la “medición multidimensional de pobreza” del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) o el Índice de Desarrollo Urbano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a fin de medir y evaluar, cuantitativa y cualitativamente, el cumplimiento de los objetivos y resultados de los proyectos que se pongan en marcha.

El Plan enuncia los proyectos prioritarios, los cuales serán los catalizadores del progreso y bienestar en la entidad: “Estado de México libre de corrupción”, “Bosques y espacios verdes sostenibles”, “Apoyo al Desempleo Formal”, “Transformando el campo”, “Mujeres con Bienestar”, “Pensiones del Bienestar para los Adultos Mayores”, “Cobertura sanitaria incluyente”, “La generación de la esperanza”, “Construyendo vidas libres de violencia”, “Equipamiento y más y mejores policías”.

Se acentúa que los proyectos prioritarios plasmados en este documento tienen la finalidad de sentar las bases de una nueva realidad política, económica y social en el estado, en la que cada mexiquense viva con bienestar, sin desigualdades ni carencias.

El Plan incluye un capítulo dedicado a la Visión de Estado al 2050, una visión de largo plazo de hacia dónde se quiere dirigir el estado y qué aspiran a ser las y los mexiquenses a mediados del siglo XXI.

El Plan cuenta con un mecanismo de seguimiento que permitirá contar con información en tiempo real de las acciones que realice el Gobierno del Estado, en función del gasto programado y los objetivos planteados, lo cual conducirá a la correcta ejecución, y en su caso, reorientación, de las políticas públicas en beneficio de la población.

Se enfatiza en la introducción del documento que el Plan es un instrumento flexible, vivo y dinámico, que seguirá evolucionando y enriqueciéndose con aportaciones posteriores y adecuándose a los constantes cambios sociales, económicos y políticos, de índole nacional y local, para que siempre esté actualizado y siga siendo una herramienta útil para planear el desarrollo del estado.

Apuntes en torno al contenido del Plan.

• La amplia participación ciudadana que se promovió en el proceso de elaboración del Plan, escuchando y considerando las propuestas formuladas por todos los sectores de la sociedad mexiquense, en torno a los temas centrales para el desarrollo del estado, así como sobre los principales problemas que aquejan a la entidad, brindan soporte social al Plan de Desarrollo.
• La inclusión de indicadores para medir cuantitativa y cualitativamente el cumplimiento de los objetivos y resultados de los proyectos asociados a cada uno de los Ejes de Desarrollo, se considera un mecanismo técnico sumamente importante que permitirá conocer oportunamente el grado de eficacia y eficiencia del quehacer institucional.
• La incorporación en el Plan de un capítulo dedicado a la Visión de Estado al 2050, técnicamente responde a la observancia de uno de los principios de la planificación, relativo a la “continuidad”, a partir de considerar que la programación no tiene fin en el tiempo. Teóricos como Gonzalo Martner señalan que “la programación es, en consecuencia, un proceso de duración ilimitada. Cumplido el plan, se formula el siguiente, o bien, como hacen algunos países todos los años, se revisa el plan y se le agrega un año más, manteniendo así la secuencia de la acción. La falta de continuidad en los programas va contra la idea misma de la planificación”.

Sin embargo, nuestro país -en sus tres órdenes de gobierno- no se ha caracterizado por observar este principio técnico, al término de una gestión gubernamental, aplica la primicia de “borrón y cuenta nueva”, con contadas excepciones, más aún cuando hay alternancia de poder político en el gobierno.

• El seguimiento a la ejecución de las acciones en función del gasto programado y los objetivos planteados, además de novedoso, se considera una medida técnicamente asertiva para hacer más eficiente el quehacer gubernamental.
• El presentar al Plan como un instrumento flexible, vivo y dinámico, que seguirá evolucionando y enriqueciéndose en función de la dinámica de los cambios que se registren en el contexto local y nacional, se muestra también como un atributo novedoso y pragmático de este documento de planeación.

Las expectativas de desarrollo del estado han quedado plasmadas en el instrumento base de la planeación del quehacer institucional del Poder Ejecutivo Estatal, el rumbo que habrá de seguir el estado durante los próximos 6 años está trazado; deseamos por el bien de la entidad federativa y por el mejoramiento integral del nivel de vida de su población, que los objetivos del Plan se alcancen y que la evaluación sistemática de las estrategias y líneas de acción arroje resultados positivos. La esperanza de los mexiquenses en un futuro mejor es grande, ojalá no derive en desilusión social, como ha sucedido al término de otras administraciones gubernamentales.

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