Por Dr. Jesús Blas Hernández (+) Lic. Arturo Allende González**
Como decía Voltaire: “Las Mujeres y los hombres que se ocupan de restaurar la salud de los demás uniendo habilidad con humanidad, están sobre los grandes de la tierra. Aún comparten la divinidad, ya que preservar y restaurar es casi tan noble como crear.
Los Científicos y Doctores nunca deben olvidar que son maestros de las generaciones actuales, alumnos de las venideras y pacientes de las futuras.

José María Tranquilino Francisco de Jesús Velasco Gómez Obregón, nació en Temascalcingo, Estado de México el 6 de julio de 1840. Falleció el lunes 26 de agosto de 1912 en su casa de Villa de Guadalupe, fue sepultado en el panteón del Tepeyac, de la Ciudad de México.
José María Velasco esreconocido como el paisajista mexicano más importante a nivel mundial, que tenía una enorme facilidad natural para el dibujo y la pintura pero también se le debe reconocer como un científico dentro del área de la bio-medicina, por sus estudios y reproducciones iconográficas, en taxonomía y medicina así como por sus representaciones pictóricas en los campos del arte y la ciencia, que enriquecieron el campo de la medicina, la herbolaria y botánica, entre otras áreas, trascendiendo en el arte y la ciencia. Su vida y obra son muestra de que el arte está íntimamente comprometido y ligado con la ciencia, y esta relación se denota en la medicina y sus avances que han llevado a la prevención y curación de las enfermedades.

Como menciona el bardo cubano José Martí: Honrar Honra y nos honra a nosotros mismos, por lo que es importante redescubrir a José María Velasco, en su faceta científica ya que su legado no solamente es su paisajismo, sino sus aportaciones sobre botánica, zoología, geología y anatomía, a través de artículos, ensayos y colaboraciones en varios libros científicos que son dignas de mención y estudio. Conjugó el rigor de la ciencia con la libertad de su espíritu creador, su producción incluyó estudios e ilustraciones en varios temas como la botánica, la zoología, la geología, la anatomía y la medicina.
En la época en que vivió José María Velasco la esperanza de vida promedio era entre 30 y 40 años de edad, la medicina popular prevalecía en el campo donde era aplicada para tratar de paliar y combatir enfermedades epidémicas como la fiebre amarrilla y el cólera. Las investigaciones sobre la herbolaría medicinal mexicana fueron producto de la curiosidad de naturalistas, botánicos y viajeros extranjeros.

Velasco realizó estudios y muy bellos dibujos descriptivos de botánica, disciplina en que se interesaron científicos de su época y que tenían una tradición de siglos en México por su aplicación medicinal, que hasta la fecha perduran.
José María Velasco durante dos años estudió anatomía con el médico y poeta Manuel Carpio, uno de los fundadores de la Academia Nacional de Medicina para manejar correctamente la estructura ósea y muscular de animales pero sobre todo del ser humano. Los estudiantes de la Academia de San Carlos acudían a la Academia de medicina como alumnos regulares estudiando anatomía, botánica, física zoología y matemáticas. Como estudiante de la Academia de San Carlos, Velasco pintó con carbón y gis “a un anatomista antiguo en pleno estudio de un cadáver”.

El 9 de noviembre de 1868 se casó con su amiga de la infancia María de la Luz Sánchez Armas Galindo, procreando 13 hijos llegando a la madurez ocho. A finales de ese año colaboró en Flora del Valle de México (obra de botánica) realizando 18 láminas que describían con detalle la morfología de las plantas, por lo que nombrado socio de número de la Sociedad Mexicana de Historia Natural.
En 1868 Velasco colaboró con láminas litografiadas en la publicación Flora del Valle de México. En 1879 publicó en la Naturaleza, órgano de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, una extensa memoria sobre la metamorfosis de una nueva especie de Sideron tigrina (ajolote), siendo premiado por esto por la esta Sociedad el 6 de febrero de 1879, en 1888 Alfredo Dugués (naturalista de origen francés) la denomino Ambystoma velasci, en su honor, y además es nombrado Socio de Número de la Sociedad Mexicana de Historia Natural.

La Naturaleza fue el órgano científico de la Sociedad Mexicana de Historia Natural que se publicó de 1870 a 1913, en donde destacaron las ilustraciones de José María Velasco por su calidad artística y rigor científico. Siendo miembro de honor de la Sociedad Mexicana de Historia Natural y de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística
Las investigaciones, registros y pruebas para sistematizar una farmacopea local fueron accidentados hasta que se formó en 1888 el Instituto Médico Nacional (dirigido por Fernando Altamirano) donde se acoplaron formulas y especies de José María, como la especie Ipomea Triflora.

Los hermanos Velasco (Ildefonso, Antonio y José María) aportaron mucho en el campo de la medicina destacando la figura de José María, como un brillante estudioso y profesional de las ciencias de la naturaleza, de la anatomía, la botánica y la medicina entre otras muchas disciplinas. Los Hermanos Velasco en especialJosé María tienen hasta la fecha un lugar muy importante dentro de la Historia de la Medicina de nuestro país.
José María Velasco fue un hombre de su tiempo, un naturalista y botánico así como un promotor y fundador de órganos científicos y agrupaciones así como fuente de inspiración en nuevos horizontes del saber de la medicina, la homeopatía, la ciencia y el arte. Hasta la actualidad se considera a José María Velasco, como un pintor con inclinaciones científicas o un científico con dotes artísticas extraordinarias.

Los estudios de microbiología de Luis Pasteur y el impacto a nivel celular de las enfermedades de Rudolf Virchow influyeron en el concepto de salud pública de mediados del siglo XIX hasta 1950, sobre la importancia de controlar las fuentes de contagio. Con un decreto de 1877 Juárez estableció la dirección de Beneficencia Pública que ponía “bajo la protección del Gobierno hospitales, hospicios y casas de corrección”
El Dr. Fernando Altamirano Carbajal, en 1878, destaca la litografía coloreada de Velasco la “Erytrhina Coralloides”, y en 1888 publica su libro: Leguminosas Indígenas Medicinales contribución al Estudio de la Farmacología Nacional, donde contribuye Velasco con una segunda litografía sobre “Rhynchosia Precatoria” describe con gran fidelidad la morfología de esta leguminosa empleada por los indígenas con fines medicinales
El 19 de noviembre de 1869 se graduó como médico Ildefonso con la tesis: Estudio sobre algunos Purgantes Indígenas, al igual que su Hermano Antonio estudiaron la carrera de medicina. Antonio se graduó en 1873 con la tesis: “Patogenia de las Cavernas pulmonares”.

Claudia Agostoni expresa: “entre 1810 y 1910 el ámbito hospitalario no era el, lugar por excelencia en el cual se hacía frente a la enfermedad, ese lugar lo ocupaba el ámbito doméstico. Por lo tanto curar, restaurar la enfermedad eran de naturaleza doméstica, familiar y comunitaria”, en esta tendencia se publica en 1886, la obra Medicina Domestica o Tratado Elemental y Práctico del Arte de Curar, de Antonio Velasco (medico particular y catedrático de economía y medicina doméstica en la Escuela Nacional Secundaria de Niñas), que contiene 10 láminas e ilustraciones de José María (a quien le dedico el libro), es un libro que busca preparar una medicina doméstica y casera tanto para los facultativos como para quienes rodeaban al enfermo y debían coadyuvar en su tratamiento y convalecencia. En la primer lamina de esta obra José María trato de hacer accesible para el público en general el trayecto del tubo digestivo desde la lengua hasta el recto; Lámina VII muestra un corte de los pulmones y el corazón mostrando todas sus partes; Lamina VIII dibuja el Cráneo, columna vertebral, costillas y pelvis, esquematiza el aparato vascular y nos muestra los glóbulos de la sangre vistos por el microscopio. En la lámina IX dibuja el aparato pulverizador de Richardson que se utilizó a partir de 1868 para anestesiar a los pacientes con éter
En 1878 Antonio realizo la Tesis: De la Hemostasis y de los Métodos y Procedimientos Operatorios en las Amputaciones, conteniendo 6 láminas de José María, con esta tesis compitió Antonio por la Cátedra de medicina operatoria en la Escuela de Medicina. Ya que en esa época la Escuela Nacional de Medicina incluía al dibujo como una materia obligatoria para sus estudiantes, además de aprender francés e inglés y farmacología. José MaríaVelasco tenía pleno dominio y conocimiento de la anatomía humana.

En el Boletín del Seminario de Cultura de octubre de 1943, Diego Rivera, un antiguo discípulo de Don José María, escribió que la pintura de Velasco: “… no tenía precedente en toda la historia de la pintura ni ha tenido consecuente todavía. Velasco llegó a ser y permanecer único en toda la vida del arte humano… creó un mundo paralelo al mundo físico, tan próximo a él como lo está el aire o la superficie del agua de un lago… Ese paralelismo hace que los mediocres, cuando ven un cuadro de Velasco, crean que están mirando una fotografía… En realidad, Velasco creó un mundo plástico nuevo… con el cual la pintura más “moderna” no alcanza a tener conexión… La obra de Velasco es más grande que un mural y una pirámide, es un poema del color con estrofas que son montañas”.
Nuestro ilustre paisano Don Isidro Fabela Alfaro, el 2 de octubre de 1963, expresó de Don José María: “Velasco simboliza su apego admirativo por el prodigio de la exuberante naturaleza mexicana… Nos sugieren la idea de que el patriarca pareciera rezar todos los días a su santa madre naturaleza que lo rodeaba por todas las partes… ya que como menciona don Luis Islas García su biógrafo, pareciera que “Pintaba el aire”. “La imaginación irrazonable nos lleva a soñar que don José María, que era muy cristiano, se encomendaba a Dios, pintando su etéreo cielo”. Como dice Valery: “Velasco al pintar logra lo que es posible dentro de lo imposible”

La Obra de José María Velasco está declarada por la legislación nacional, monumento histórico. Su valor debe ser orgullo de todos los mexicanos y de los mexiquenses un doble honor.
Todos los profesionales de la salud en especial los Médicos debemos de seguir estos conceptos para ser más profesionales y más humanos: “Todos los doctores tenemos que ser modestos y humildes en todo excepto en el deseo de conocer la ciencia y el arte de la medicina. No permitir que nos ataque el pensamiento de que ya sabemos y conocemos todo, y que todos nuestros compañeros son menos que uno y que no saben nada. Por el contrario, debemos de tener humildad, sencillez, fortaleza y la ambición de saber y conocer más cada día a través de la educación médica continua. Porque los conocimientos médicos son infinitos, y la mente de los médicos siempre debe crecer y evolucionar para mejorar las condiciones de nuestros pacientes y su entorno familiar y social.

Sirva lo anterior para que algún Congreso Médico o Científico, regional, estatal o nacional, a corto o mediano plazo lleve el nombre de José María Velasco como un justo homenaje a su vida y obra dentro de la ciencia y el arte, siendo ya reconocido por el Gobierno del Estado de México que encabeza el Dr. Eruviel Ávila Villegas a través de la publicación de por lo menos dos libros que abordan la faceta científica de José María Velasco a través del Fondo Editorial Estado de México (FOEM) (Antes Biblioteca Mexiquense del Bicentenario) publicados por el Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal (CEAPE), y las Asociaciones, Federaciones y Academias de Medicina cuando le haremos un homenaje a este gran científico José María Velasco, para orgullo de nuestra patria y de los mexiquenses, un paisano aledaño nuestro que nació en Temascalcingo, Estado de México, hoy de José María Velasco, un Científico Mexiquense de talla universal.

Reflexión de la Madre Teresa de Calcuta: “No es lo importante lo que uno hace, sino como lo hace, cuánto amor, sinceridad y fe ponemos en lo que realizamos. Cada trabajo es importante, y lo que yo hago, no lo puedes hacer tú, de la misma manera que yo no puedo hacer lo que tú haces. Pero cada uno de nosotros hace lo que Dios le encomendó”.
** Socio Activo de la Ilustre y Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística de México.




