Por Arturo Allende González*
En días pasados, fue presentado por el Secretario General de Gobierno Horacio Duarte Olivares, el dictamen que oficializa la Nueva Regionalización de la Administración Pública Estatal. En siete zonas quedó conformado el Estado de México para fortalecer –El Poder de Servir– en cada comunidad mexiquense, facilitar la ejecución de programas y adaptar las políticas públicas a las necesidades particulares de cada región.
Con esta nueva estructura se garantiza la promoción del desarrollo equilibrado y armónico de todas las regiones del Estado de México, y se asegura que cada una reciba la atención y los recursos necesarios para su crecimiento y prosperidad, enfatizó el funcionario.
La división quedó conformada por siete zonas en las que se distribuyen 19 regiones:
Zona 1 Oriente, compuesta por 4 regiones.
Zona 2 Nororiente, compuesta por 4 regiones.
Zona 3 Centro, compuesta por 2 regiones.
Zona 4 Norte, compuesta por 2 regiones.
Zona 5 Valle de Toluca, compuesta por 3 regiones.
Zona 6 Sur, compuesta por 2 regiones
Zona 7 Sureste, compuesta por 2 regiones.
A nivel federal y en diversos estados de la República, durante el devenir histórico del quehacer gubernamental, se han puesto en marcha estrategias de regionalización.
Cito a continuación algunos ejemplos:
La vertiente de desarrollo regional del Programa Nacional de Solidaridad, que a través de programas integrales aplicados en determinadas zonas durante la administración salinista, promovió su desarrollo aprovechando sus potencialidades, las mesorregiones, unidades base del sistema de planeación para el desarrollo regional de Vicente Fox: Sur-Sureste, Centro, Centro-Occidente, Noreste y Noroeste, las 263 Microrregiones que oficialmente comprendió la estrategia de combate a la pobreza, del propio gobierno de Fox Quesada y la Regionalización Funcional implementada durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, orientada a promover la transversalidad y coordinación intersectorial e intergubernamental con una visión integral del territorio.
Todas ellas se han implementado con un común denominador: promover el desarrollo equilibrado y armónico de las demarcaciones, hacer más eficientes las políticas públicas en estos espacios territoriales, superar los índices de pobreza y marginación que padecen -en varios casos- y optimizar el uso de los recursos públicos aplicados en su beneficio. Lamentablemente la mayoría de estas zonificaciones han sido efímeras, después de concluida la gestión gubernamental que las impulsó han desaparecido, en otros casos, se han contrapuesto con otras clasificaciones regionales ya existentes o implementadas localmente y otras más, se han traslapado con la regionalización de organismos como el INEGI (8 regiones) y la CFE (9 regiones).
Un ejemplo a nivel local, lo encontramos en el magisterio al servicio del Estado de México, el cual ha operado durante varios años agrupado en regiones territoriales, actualmente opera a través de 13 regiones.
Con este contexto de referencia, expongo a continuación algunos apuntes relacionados con el tema.
¿QUE ES UNA MICRORREGIÓN?
Conjunto de municipios con claras afinidades socioeconómicas, fisiográficas, étnicas y culturales que les dotan de una identidad territorial. Algunos de ellos -en nuestro país- con altos índices de pobreza y marginación.
Aunque parezca exagerado, algunos de estos esquemas de regionalización, se han implementado en nuestro país, sin la elaboración de un diagnóstico respecto a cuáles serían sus alcances territoriales, un ejemplo de ello fue la estrategia de microrregiones, cuyo banderazo de arranque se dio en diciembre de 2000, “dirigido a atender las necesidades y carencias de los 250 municipios (sic) más marginados del país” y fue hasta el 31 de enero de 2002, más de un año después de su puesta en marcha, que se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las 263 microrregiones integradas por 1,338 municipios de los 31 estados de la República que comprendió la estrategia.
Los esquemas de regionalización han tenido como sustento el enfoque territorial. Entendido éste como la visión eminentemente integradora de espacios, agentes, mercados, políticas públicas y aplicación de recursos, en donde el territorio se convierte en el eje estructurador de la estrategia de desarrollo.
La instrumentación -en el marco de las políticas públicas- de cualquier modelo de regionalización, demanda de legitimidad por parte del gobierno que lo promueve, pero requiere también de acuerdos básicos entre éste y los actores estratégicos vinculados con su aplicación.
La actualización y capacitación sobre los diferentes aspectos de los procesos y operación del esquema de regionalización, es una necesidad en todos los ámbitos de las instancias institucionales y actores sociales involucrados. El esquema institucional con el que generalmente operan estos modelos de regionalización, se complementa con la participación democrática de los actores sociales involucrados en el desarrollo local.
Las condiciones de rezago socioeconómico que registran diversas zonas del Estado de México, no pueden pasar desapercibidas por un gobierno democrático como el que preside la maestra Delfina Gómez, lo anterior a partir de considerar que la democracia no debe limitar sus alcances únicamente al componente electoral, hoy más que nunca está llamada a enfrentar con eficacia la pobreza y la desigualdad del territorio que gobierna. Por ello, resulta sumamente importante la conjugación institucional de esfuerzos y recursos, a través de una estrategia de regionalización, que busca aplicar de manera articulada políticas públicas en determinados espacios territoriales de la entidad mexiquense.
En materia de programación y presupuestación del gasto público, se debe privilegiar a través de este modelo de regionalización, el enfoque territorial de los recursos de los tres órdenes de gobierno y aplicar una programación multianual, que además de garantizar la continuidad de las acciones y la ejecución de las obras y proyectos, potencie sus alcances y beneficios. Todo lo anterior abonará a que la estrategia de regionalización en comento, se consolide como una trascendente política pública de desarrollo socioeconómico en nuestro estado.
Facebook del autor: https://web.facebook.com/arturo.allendegonzalez





