Por Ana Karen Flores*

Tus hijos hacen posible

que te olvides del pasado.

Son los mejores frutos…

a veces son el único fruto.

Anna Quindlen

El 15 de mayo se celebró el Día Internacional de las Familias como avance positivo en el reconocimiento de las numerosas familias. Así, el Día Mundial de las Madres y Padres también tiene un impacto esencial para los derechos de hombres y mujeres en temas de derechos reproductivos.

En esta ocasión, hablaremos sobre la importancia del Día Mundial de las Madres y Padres. Primero, esta fecha se instauró en 2012, por la Organización de las Naciones Unidas en colaboración con UNICEF como parte de las estrategias en la promoción y reconocimiento de la crianza positiva. Así es, este Día busca informar sobre los alcances de la participación de los padres y madres en la crianza de las hijas e hijos.

Existe una frase que más o menos dice así: “Nadie nos enseña cómo ser padres o madres” lo cual es muy cierto, cada persona y en este caso cada madre o padre ejerce la crianza conforme sus posibilidades o herramientas lo cual no deja de ser bueno o malo, salvo algunos casos que la ley ya contempla como el castigo corporal y humillante.

Anteriormente, este tipo de crianza ayudó a que personas de las edades aproximadamente de 50 a 60 años actualmente, pudieran aprender ciertos hábitos e incluso tareas, tales como: barrer, recoger la leña, preparar comida, caminar largas distancias para comprar o traer alimentos, sembrar y cosechar, entre otras cosas, lo cual permitió desarrollar ciertas habilidades que actualmente se adaptan a otra clase de actividades.

Tal vez, la desventaja aquí es justo la parte emocional, aunque no puedo asegurar al cien por ciento que sea verdad, pero, algunas personas justo enfrentan ese dilema con temas relacionados con la salud mental o el descanso. Esto no significa que sea malo solo que el estilo de vida era diferente.

Actualmente, los estilos de crianza son libres y varían de acuerdo a cada familia o persona. Mientras que para algunas personas es válido regañar o reprender, para otras no necesariamente. En este sentido, no hay una ley que establezca el estilo de crianza válido o perfecto, solo que no transgreda los derechos de niñas, niños y adolescentes como la violencia.

En el ámbito legal, el Código Civil del Estado de México señala en el artículo 4.113 la prohibición expresa del castigo corporal, el castigo humillante o cualquier forma de violencia que atente contra las niñas, niños y adolescentes. Al respecto, el artículo 30 Ter de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de México menciona lo siguiente:

“… Queda prohibido que quienes tengan trato con niñas, niños y adolescentes ejerzan cualquier forma o tipo de violencia en su contra, en particular el castigo corporal y humillante. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a recibir orientación, educación, cuidado y disciplina de su madre, su padre o de quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda, custodia y crianza, así como de los encargados y el personal de instituciones educativas, deportivas, religiosas, de salud, de asistencia social, de cuidado, penales, penitenciarias, ministeriales o de cualquier otra índole, sin que, en modo alguno, se autorice a estos el uso del castigo corporal ni el trato humillante.

Se entenderá por castigo corporal o físico a todo acto cometido en contra de niñas, niños y adolescentes en el que se utilice la fuerza física, incluyendo golpes con cualquier parte del cuerpo o con algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las orejas, obligar a sostener posturas incómodas, quemaduras, exposición al sol con el propósito de quemarse, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos, incluyendo aquellos que no sean de consumo humano o no alimentarios o cualquier otro acto que tenga como objeto causar dolor o malestar, aunque sea leve.

El castigo humillante es cualquier trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador y de menosprecio, y cualquier acto que tenga como objetivo provocar dolor físico o psicológico amenaza, molestia o humillación cometido en contra de niñas, niños y adolescentes…»                                                                                                               

Desde este enfoque de derechos humanos, el papel de la crianza tiene una razón de ser y es el proteger y brindar las condiciones necesarias a las hijas e hijos de crecer en un ambiente seguro dentro del núcleo familiar, además permite mejorar la comunicación entre los padres o las personas que ejercen la guarda y custodia de niñas, niños y adolescentes; siendo abuelos, tíos, o figuras de referencia.

Ahora, el ejercicio de la crianza actual apuesta a una parte equitativa y de respeto por temas actuales; por ejemplo, reconocer que hijas e hijos son sujetos de derechos y que cuentan con una opinión o participación en los temas familiares, permite comprender también su experiencia y visión del mundo. Curiosamente, se asocia que las infancias y las adolescencias no cuentan con una experiencia, pero todas las vivencias son válidas, solo que en una sociedad adultocentrista o donde los adultos creen tener la razón, estas opiniones pierden validez.

Los estilos de crianza se adaptan al igual que el avance social por lo que históricamente podría decirse que sean malas o no, solo es necesario comprender los momentos de infancia, por ejemplo: antes, los juegos infantiles eran más dinámicos lo que implicaba la práctica de un deporte, estar en contacto con el medio ambiente o tener un grupo numeroso de amistades. Actualmente, con el cambio climático y el tema del medio ambiente, es necesario ajustarlos a los temas familiares, conforme las reformas previas de respeto a los recursos naturales.

Y como olvidar que la crianza se relaciona con otros derechos como la educación, en este sentido, la eliminación de los estereotipos de género es importante para lograr la inclusión, el ritmo acelerado de las actividades o el trabajo también es un factor a considerar sin dejar de lado las cargas laborales, el cuestionamiento de los estilos de crianza anteriores por parte de las generaciones actuales aunque claro, eran las herramientas que tenían a la mano y cada persona decide cuándo cambiar conforme su ritmo.

La crianza no es tarea fácil ni sencilla pero cada madre o padre tiene diversas herramientas, enfoques o perspectivas que son válidas conforme sus experiencias.

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